Los británicos rechazan masivamente en referéndum cambiar el sistema de voto

LONDRES, 6 (EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán)

Los británicos han expresado un rechazo masivo a la propuesta de reformar el actual sistema de elección a la Cámara de los Comunes, en un referéndum que se saldó con un abrumador apoyo para los partidarios de mantener el modelo actual, que otorga el escaño al candidato que más votos obtiene, independientemente de la mayoría.

El resultado supone el último golpe para los liberaldemócratas tras una nefasta jornada electoral en la que, además de ver repudiada su gran apuesta para la coalición a la que se unieron hace un año con los conservadores –en contra de la reforma–, sufrieron la peor derrota en unos comicios locales desde su constitución como partido en 1980.

Así, junto al plebiscito, este jueves estaban en juego 279 autoridades locales de Inglaterra, donde los laboristas han mostrado una notable recuperación un año después de haber perdido el poder en el ámbito nacional. Una proyección de los datos a esta escala les otorga un 37 por ciento del apoyo, hasta diez puntos más que en las generales de 2010. Los conservadores se mantendrían en el 35 por ciento de entonces y la tercera fuerza caería a un exiguo 15 por ciento.

En este sentido, la de ayer era la primera cita con las urnas tras la transición del pasado mayo y se saldó para la actual oposición con la toma de control de casi 30 consistorios más; mientras que los ‘tories’ aguantaron el pulso, con apenas variaciones en sus fuertes; y los liberaldemócratas perdieron una decena de ayuntamientos, prácticamente los mismos con los que se queda tras esta cita con las urnas, en la que sufrieron especialmente en el Norte, con la pérdida de Sheffield, Hull o Bristo.

PARLAMENTOS REGIONALES

Además, en las elecciones a los Parlamentos regionales ha habido sorpresa también, puesto que los nacionalistas escoceses se alzaron con la mayoría absoluta, a pesar de haber comenzado la campaña electoral por detrás de los laboristas en las encuestas, lo que convierte al ministro principal, Alex Salmond, en el gran vencedor de la jornada.

El resultado alcanza un grado mayor por tratarse de la primera vez en sus doce años de historia que la Asamblea de Holyrood registra una hegemonía, la misma que permitirá al Partido Nacionalista de Escocia aprobar la ley para el ansiado referéndum sobre la independencia. Todo ello, tras haberse estrenado en el poder con un Ejecutivo en minoría en 2007, tras dos legislaturas que vieron a los laboristas y los liberal-demócratas gobernar en coalición.

En Gales, por su parte, los laboristas registraron un notable avance, mientras que en Irlanda del Norte habrá que esperar a mañana para conocer el nuevo mapa electoral, ya que a pesar de que unionistas y republicanos parecen encaminados a reeditar su mayoría, el recuento fue el último en comenzar y han tenido lugar retrasos que han motivado ya que el propio viceministro principal, Martin McGuinness, haya solicitado una investigación.

VARAPALO LIBERALDEMOCRATA

No obstante, el foco de la jornada es el varapalo de los liberaldemócratas, personalizado en el líder, Nick Clegg, tras meses de desgaste como consecuencia, principalmente, de la impopularidad de las medidas adoptadas por el Gobierno. Una evolución que contrasta, sin embargo, con los resultados de sus socios mayoritarios, los conservadores, que salen ilesos de la cita con las urnas y ven cómo su gran reticencia tras las negociaciones para formar coalición se salda a su favor.

En este sentido, la condición irrenunciable de Clegg era la reforma política, lo que ha llevado a convertir el referéndum de ayer en una cuestión de confianza en torno al viceprimer ministro, quien ve las críticas internas aumentar a ritmo de públicas disensiones y cuestionamientos de su autoridad que hoy culminaron con demandas de división por parte de algunos dirigentes locales.

Con todo, oficialmente, los pesos pesados del partido insisten en que no se cuestiona el timón de Clegg, quien expresó también su disposición a continuar, con el compromiso de «redoblar» esfuerzos para recuperar a la formación del golpe. No obstante, la victoria del ‘no’ reduce su margen de maniobra para defender ante unas cada vez más díscolas filas medidas impopulares que el bipartito se ha visto obligado a adoptar, motivadas sobre todo por los exigentes compromisos en materia de reducción del déficit público.

DEMAS PARTIDOS

Su socio Cameron, mientras, está considerado como otro de los grandes vencedores, puesto que ha visto cómo los severos recortes no le pasaban factura en las urnas y la desconfianza de las facciones más conservadoras de su partido, que nunca admitieron las concesiones durante las negociaciones de Gobierno, quedan bajo control con el respiro otorgado por el ‘no’ ante quienes critican la presencia de los liberaldemócratas en la coalición.

El líder laborista, Ed Miliband, por su parte, estrenaba cargo en unas elecciones y, a pesar de que su partido sufrió notables pérdidas en Escocia, puede presumir de haber ganado más de 800 asientos en las autoridades locales y experimentar importantes avances en el Parlamento de Gales, donde el partido venía gobernando en coalición con los nacionalistas de Plaid Cymru. Además, a pesar de haber apoyado el ‘sí’ en el referéndum, su implicación fue relativa y en la propia formación no había una posición homogénea.

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