La coalición gobernante en Alemania fijó este 29 d emayo de 2011 un calendario para cerrar las plantas nucleares y un plan para reemplazar su producción. El cierre gradual tendrá como final de plazo el año 2022.
Alemania se convertirá así, según anunció, su ministro de Medio Ambiente, Norbert Röttgen (CDU), en el primer país industrializado que renuncia a la producción de energía atómica.
«Ocho de los 17 reactores alemanes, desconectados de la red de producción eléctrica poco después de la catástrofe nuclear de Fukushima en Japón no volverán a ser reactivados».
Calificó la decisión de «irreversible«. Los tres reactores más modernos cerrarán, como muy tarde, a finales de 2022.
Presiones ecologistas
El pasado marzo, la canciller Angela Merkel dio marcha atrás a la impopular decisión tomada meses antes de prolongar la vida de vetustas instalaciones atómicas en Alemania, un país en el que la mayoría de los votantes se oponen a este tipo de energía.
Además de la cristianodemócrata Merkel (CDU), al encuentro fijado a las 18.45 en la Cancillería acudieron el presidente de los cristiano-sociales (CSU), Horst Seehofer, y el presidente de los liberales (FDP), Philipp Rösler.
Su principal cometido era analizar el informe de conclusiones que elevó ayer a Merkel la comisión ética designada por el Ejecutivo federal para estudiar alternativas a la energía atómica a raíz de la reciente catástrofe nipona de Fukushima.
Coste eléctrico
La canciller alemana reiteró el interés de su Gabinete en realizar una transición energética asumible desde el punto de vista económico y medioambiental, pero se tambié advirtió que debían considerarse «muchas cuestiones», en referencia al coste de la electricidad y al suministro seguro de energía.
