El pleno del Parlamento Europeo ha pedido a Rusia que levante el veto impuesto a las verduras europeas por a raíz de la alarma creada por Berlín al apuntar erróneamente primero a unos pepinos españoles y después a brotes alemanes como origen de la contaminación de la bacteria ‘E.coli’.
La UE y Rusia celebran este jueves y viernes una cumbre bilateral cuya agenda inicial ha quedado «ensombrecida» por las tensiones por el veto de Moscú a las verduras europeas como consecuencia de la llamada ‘crisis de los pepinos’, que ha dejado más de una veintena de muertos en Alemania por la bacteria ‘E.coli’. Bruselas cree que estas medidas son «desproporcionadas» y exige a Rusia que reabra su mercado a las hortalizas de la UE.
El pleno confía en que la cumbre sirva para convencer a Moscú de que levante la prohibición de importar hortalizas de la Unión Europea y le recuerdan que este tipo de medidas restrictivas contravienen las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), organismo internacional al que Rusia aspira a incorporarse, con el apoyo de la Unión Europea. Además instan a Rusia a «renunciar a cualquier medida proteccionistas» que alteran el comercio, tales como la unión aduanera entre Rusia, Kazajstán y Bielorrusia.
En una resolución adoptada este jueves en Estrasburgo (Francia), los eurodiputados también han pedido a los Veintisiete «avances» en sus relaciones con Rusia para un nuevo acuerdo de asociación y cooperación bilateral, así como para facilitar la expedición de visados y para construir unos lazos comerciales «más ambiciosos». También piden a las autoridades rusas garantías del respeto de los Derechos Humanos, incluidas «las decisiones judiciales por motivos políticos» contra dirigentes de la oposición, la prohibición de desfiles gays o la ocupación militar ilegal de los territorios georgianos.
