Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea confirmarán este lunes en Bruselas, salvo sorpresa de última hora, a Bernardino León como representante especial europeo al Mediterráneo sur, según han informado fuentes europeas, tras superar las reservas que aplazaron la decisión la semana pasada.
Una vez confirmado el cargo, propuesto por la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común, Catherine Ashton, el diplomático español prevé iniciar una gira por la región, con Túnez y Egipto como primeras paradas, según han adelantado fuentes comunitarias. León, además, comparecerá ante la Eurocámara a la vuelta del parón veraniego, probablemente el 31 de agosto.
León –que ha sido parte del equipo de Miguel Angel Moratinos tanto en su etapa como enviado especial para Oriente Próximo como en la de ministro de Exteriores–, tendrá la tarea de afianzar el apoyo europeo a los procesos de transición en los países de la llamada ‘primavera árabe’.
La situación en los países del norte de Africa será tema de debate de los ministros de Exteriores, que tratarán en especial el caso de Líbano, para celebrar la formación del nuevo Gobierno e instarle a colaborar con el tribunal especial para Líbano, y el de Siria, para condenar la actitud del presidente sirio, Bashar al Assad, y llamar al cese de la represión y apelar a la transición hacia la democracia.
Las conclusiones de la reunión del Grupo Internacional de Contacto sobre Libia, reunido el viernes en Estambul, estará en la agenda de los ministro, que también hablarán de la etapa «post Gadafi», según han explicado fuentes diplomáticas, para estar «preparados» para la transición y la recuperación del país. La conveniencia de que el Consejo Nacional de Transición sea visto por Europa como un interlocutor político «legítimo» y no sólo «clave», es uno de los puntos de discusión entre los ministros.
El proceso de paz en Oriente Próximo y cuál debe ser la posición de la Unión Europea ante la determinación de la Autoridad Palestina de pedir en septiembre a la Asamblea General de Naciones Unidas que apruebe un Estado palestino será otra cuestión abordada por los jefes de las diplomacias europeas.
Existen «diferencias» entre los Veintisiete sobre si apoyar o no la iniciativa palestina por si «complica» la vuelta a las negociaciones de paz, pero la UE debe avanzar hacia una posición común para evitar ofrecer una imagen «dividida», según explica un diplomático. El «consenso del silencio» tampoco sería una solución satisfactoria, añade, por lo que las delegaciones tratarán de avanzar en esta reunión y en el encuentro informal de los ministros previsto a principios de septiembre.
PROPUESTA DE PRESUPUESTOS
Tras la agenda de Exteriores, los ministros iniciarán una sesión sobre Asuntos Generales en la que tendrán el primer intercambio de opiniones sobre los presupuestos de la UE propuestos por la Comisión Europea para el periodo 2014-2020, que deben negociarse en el próximo año.
Bruselas propone un presupuesto para la UE de 971.500 millones de euros en pagos, cifra que representa un incremento del 5% respecto a las actuales perspectivas financieras 2007-2013. Aunque el gasto comunitario se mantendría en el actual nivel del 1% del PIB comunitario.
El presidente del Ejecutivo comunitario, Jose Manuel Durao Barroso, defendió al presentar la propuesta que se trata de un presupuesto «relativamente pequeño» y «realista» y ha arremetido contra los países que, como Reino Unido, lo tachan de excesivo.
Londres, París y Berlín habían exigido la congelación del presupuesto, en línea con las medidas de austeridad adoptadas por la mayoría de Estados miembros para hacer frente a la crisis, mientras que la Eurocámara, que también es autoridad presupuestaria, ha pedido un aumento de al menos el 5%.
España, por su parte, valora «positivamente» el gasto propuesto por Bruselas porque considera que contiene elementos «favorables» como el mantenimiento de una dotación importante para la Política Agraria Común (PAC) o la idea de crear una nueva categoría para regiones de transición que perderán gran parte de sus ayudas, como Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía.
