La misión de pacificación de la ONU en Kosovo se muestra profundamente preocupada por la situación actual en el norte de la región, y pide a todas las partes implicadas que se abstengan de hacer provocaciones. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, se ha expresado en términos similares.
Robert Sorenson, oficial a cargo de la Misión de Administración Interina de la ONU en Kosovo (UNMIK) ha condenado en los términos más contundentes los acontecimientos de esta semana. Apuesta por el diálogo basado en el respeto mutuo como única solución a la disputa.
«La UNMIK continúa dispuesto a ayudar en los esfuerzos por calmar la situación», ha declarado Sorenson. Este urge además a trabajar tanto con la misión de la UE (EULEX) como con la fuerza de la OTAN (KFOR) para restablecer el orden y resolver los problemas.
Mientras, Ban ha expresado su preocupación por «la inesperada acción que llevó al deterioro de la situación en el norte de Kosovo», según informa su portavoz y recoge el Centro de Noticias de la ONU.
Ban aplaude el llamamiento a la calma realizado por el presidente serbio, Boris Tadic, así como su mensaje de que Serbia continúa comprometido con la resolución de las diferencias entre Belgrado y Pristina.
El secretario general se ha reunido este jueves en Nueva York con el ministro de Exteriores serbio, Vuk Jeremic, quien esperaba que el Consejo de Seguridad celebrara el viernes una reunión abierta para que Serbia pudiera dar su versión. Finalmente, diplomáticos informan de que el Consejo no ha accedido a tal petición, si bien Jeremic tendrá ocasión de reunirse con el presidente de turno, el enviado alemán Peter Wittig.
