Parlamentarios investigarán si los disturbios responden a la degradación social y la falta de seguridad

Los miembros de la Comisión de Asuntos Internos de la Cámara de los Comunes investigarán los disturbios de Londres, con el fin de esclarecer si una «mezcla tóxica» de degradación social y falta de seguridad es la causante del brote de violencia. Algunos parlamentarios tienen intención de plantear cómo la Policía permitió que las calles de Londres estén en la anarquía.

«Queremos comprobar cómo ocurrió esto y qué se puede hacer para evitar que vuelva a ocurrir. Es preocupante», ha argumentado el diputado conservador James Clappison, citado por ‘The Guardian’.

En otro orden de cosas el alcalde de Londres, Boris Johnson, prepara su vuelta a la capital británica, para lo cual interrumpirá sus vacaciones en Norteamérica. El teniente de alcalde Kit Malthouse asegura en Channel 4 News que hasta ahora Johnson ha estado «en contacto constante a través del teléfono».

El propio primer ministro, David Cameron, también ha interrumpido sus vacaciones, al igual que la ministra de Interior, Theresa May. Esta última ya ha condenado la «criminalidad total» en algunos barrios de Londres.

El viceprimer ministro, Nick Clegg, cree que la violencia desatada estos días es «completamente inaceptable», pero apunta a la necesidad de empezar a hablar para reponerse, «no solo físicamente, sino también socialmente». «Pienso que el Gobierno tiene que comprometerse activamente a todos los niveles de manera continua porque claramente esto es algo que deja grandes cicatrices», ha ilustrado.

El veterano parlamentario laborista David Winnick habla de una «mezcla tóxica» de la degradación social y de una mala relación policial con las comunidad negra y las etnias minoritarias.

«El hecho de que los ‘hooligans’ se hayan subido al carro no altera el hecho de que a pesar del progreso que sin duda se ha logrado entre la Policía y las comunidades en las que hay relativamente un alto porcentaje de población negra, las relaciones no son tan buenas como deberían serlo», ha declarado.

Winnick recuerda las acusaciones que apuntan a que la Policía da el alto y registra más a menudo a ciudadanos negros. A esto se sumaría un creciente desempleo y un sentimiento de falta de oportunidades.

Nick de Bois, conservador de uno de los distritos afectados, no cree que los altercados guarden relación con la degradación social. Acusa a los alborotadores de «aterrorizar a los residentes». «Cuando enfurecieron a todo el mundo se metieron en sus bonitos Golf GTI y aceleraron para girar la esquina, aparcaron en otro sitio, volvieron y provocaron algunos daños (…) No es una cuestión de justicia social. Estos tipos tienen bonitos coches y bonitos móviles», ha relatado.

El conservador Mark Reckless, también miembro de la comisión parlamentaria, ha mostrado su malestar y sorpresa por la escala y persistencia de los acontecimientos. «Estoy realmente decepcionado porque pensaba que habíamos avanzado a la hora de abordar este tipo de asuntos».

Los altercados han provocado daños graves en varios edificios y establecimientos. El Consorcio de Comerciantes Británico (BRC) advierte de que muchas de estas tiendas podrían no volver a abrir, mientras que algunas firmas estarían replanteándose sus planes de inversión en áreas como Tottenham y Wood Green.

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