La victoria de la gauche en la vetusta institución senatorial nacida de la Revolución Francesa, había sido pronosticada por los analistas, aunque no de forma tan contundente
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La izquierda francesa, comandada por el Partido Socialista francés (PS), se hizo este 25 de septiembre de 2011 con el control del Senado por primera vez en más de medio siglo.
Las elecciones parciales celebradas en 44 departamentos del país, en las que votaron 71.890 grandes electores (diputados, consejeros regionales y provinciales, alcaldes y concejales), renovaron la mitad de la cámara alta y se cerraron con un triunfo claro e histórico del PS, que refuerza así sus opciones ante las presidenciales de mayo próximo.
La derecha, que controlaba el Senado desde 1958, pagó la división entre los centristas y la UMP, el partido de Sarkozy.
El presidente pierde así su cuarta elección consecutiva y deberá gobernar ahora en difícil convivencia con un Senado que puede retrasar las decisiones legislativas del Gabinete.
UNA RENOVACIÓN QUE SALIO RANA
Los comicios que cambiaron de signo político la cámara alta tenían por objeto renovar, por sufragio indirecto de 71.890 diputados, consejeros generales, regionales y delegados de consejos municipales en 44 circunscripciones y para un período de seis años, 170 escaños de los 321 que constituyen el Senado galo.
«Por primera vez desde la V República, la izquierda sería mayoritaria en esa cámara alta, es un acontecimiento histórico», subrayó el aspirante a candidato del PS en las próximas elecciones presidenciales François Hollande, favorito en las encuestas.
«Es un fracaso serio, por no decir grave, para Nicolas Sarkozy».
El primer ministro, el conservador François Fillon, declaró en un comunicado que «la oposición registró un fuerte impulso» en el Senado, que atribuyó a «las divisiones» en «numerosos departamentos» en el seno de su partido.
ALGO PREVISIBLE
La victoria de la gauche en la vetusta institución senatorial nacida de la Revolución Francesa, que se sigue eligiendo con el voto de los altos cargos políticos territoriales y no por sufragio universal, había sido pronosticada por los analistas, aunque no de forma tan contundente.
Esta progresión de la izquierda «era previsible, a tenor de las últimas elecciones locales», en los que la izquierda logró una severa victoria sobre la gubernamental y conservadora UMP, añadió Fillon.
«Debemos unir nuestras fuerzas y afirmar nuestras convicciones ante los franceses», agregó el jefe de Gobierno, quien aseguró que «el momento de la verdad tendrá lugar la próxima primavera», en referencia a las elecciones presidenciales.
En la misma línea se expresó el secretario general de la UMP, Jean-François Copé, quien aseguró que «la derrota» de su formación en el Senado es «una decepción» pero no «una sorpresa».
Por su parte, el presidente saliente del Senado, Gérard Larcher (UMP), anunció que se presentará a su propia reelección a pesar de los comicios de hoy, que otorgan mayoría a la izquierda en esa cámara.
El Senado asegura la representación territorial del Parlamento, constituido también por la Asamblea Nacional.