Berlusconi no cree que urjan las reformas, a pesar del ultimátum empresarial

Berlusconi no cree que urjan las reformas, a pesar del ultimátum empresarial
El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi. EFE/Archivo

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, aseguró hoy que no hay prisa para aprobar las prometidas reformas para el crecimiento económico de Italia, en contra de la opinión de los empresarios, quienes este martes volvieron a darle un toque de atención.

Preguntado sobre el llamado «decreto para el desarrollo» que su Gobierno pretende aprobar para salir del estancamiento económico, Berlusconi afirmó que su gabinete lleva a cabo una «reflexión» al respecto y que los fondos para financiarlo ahora mismo no los tienen, por lo que tendrán que «inventar alguna cosa».

«La medida será aprobada cuando el texto sea convincente. No hay ninguna prisa. A las 19.00 horas habrá una reunión con técnicos y ministros que se alargará hasta bien entrada la noche», explicó Berlusconi a los periodistas a su llegada a la Cámara de los Diputados italiana.

«Cuento con la aprobación del decreto en cuanto sea convincente y esto es cuando haya una medida que sirva de estímulo al desarrollo y el crecimiento», agregó.

El «decreto para el desarrollo» es una de las reformas más inmediatas que el Gobierno italiano tiene pendientes, después de que Berlusconi anunciara a finales de septiembre pasado su aprobación en Consejo de Ministros para mediados de este mes, algo que, por el momento, no se ha producido.

Fruto de esa urgencia de reformas económicas que saquen a la economía del estancamiento, sobre todo después de la revisión a la baja de sus previsiones de crecimiento y ante la posibilidad de que se produzca una nueva recesión mundial, la patronal dio un ultimátum a Berlusconi el pasado 30 de septiembre.

Las mismas asociaciones empresariales, entre ellas la patronal Confindustria y la Asociación Bancaria Italiana (ABI), enviaron hoy una nueva carta a Berlusconi en la que indican al jefe del Gobierno que el «tiempo se ha acabado» y que el país tiene los medios, recursos e inteligencia necesarios para «subir la pendiente».

«La situación es cada vez más difícil. La confianza en nuestro país está disminuyendo velozmente, a pesar de los innegables puntos fuertes de Italia y los resultados alcanzados. Para contribuir a dar una respuesta eficaz a esta situación, hemos elaborado propuestas concretas que pueden ser discutidas e integradas», reza el texto.

«El retraso que estamos acumulando sobre el relanzamiento del crecimiento y de la credibilidad está costando muchísimo en términos de empleo, valor de los bienes y de los ahorros de las familias, inversiones y valor de las empresas», prosigue.

Las propuestas de los empresarios para lograr la salida del estancamiento económico (recientemente el Ejecutivo revisó de un 1,1 a un 0,7 % lo que prevé que crezca el PIB de Italia este año) se engloban en cinco puntos: gasto público y reforma de las pensiones, reforma fiscal, venta del patrimonio público, liberalizaciones y simplificaciones, e infraestructura y energía.

Desde finales del pasado mes una comisión del Gobierno y del partido político de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), trabaja en la conformación del texto de ese «decreto para el desarrollo», de cuyo contenido aún no han trascendido detalles.

Esta medida mira hacia el relanzamiento de la economía italiana, toda vez que el Ejecutivo da por cerrada la página del ajuste del gasto público ante la presión de los mercados sobre su deuda (en torno al 120 % del PIB), que motivó la aprobación de sendos planes de austeridad de 79.000 millones y 54.000 millones de euros este verano.

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