El economista Papademos se perfila como nuevo primer ministro de Grecia

El economista Papademos se perfila como nuevo primer ministro de Grecia
El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, llega al consejo de Ministros en Atenas, Grecia. EFE/Archivo

El economista Lucas Papademos se perfila como nuevo primer ministro de Grecia, aunque su nombramiento pende aún de algunos detalles sobre el programa y la duración del nuevo gobierno de unidad nacional que encabezaría para sacar al país de la grave crisis que atraviesa.

«Con acercamientos positivos sobre la persona del nuevo primer ministro se llevaron a cabo hoy las consultas entre Papandréu y Samarás», indicó el portavoz oficial, Ilias Mosialos, en un comunicado, tras una tanda de negociaciones entre el primer ministro saliente y líder de los socialistas, Yorgos Papandréu, el y dirigente conservador Antonis Samarás.

Varios medios griegos aseguraron que ambos políticos están de acuerdo en nombrar al exvicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) Lucas Papademos como nuevo primer ministro, pero que éste ha puesto condiciones para aceptar, las cuales aún deben estudiarse, por lo queda ver si acepta.

El mayor obstáculo sería el programa del gobierno de unidad nacional que tendrá que firmar y que incluye aplicar medidas de austeridad y reformas para sacar al país de la crisis.

Tampoco se ha establecido aún la fecha de las elecciones adelantadas, después de que esta mañana se anunciara un acuerdo para el 19 de febrero, pero aparentemente Papademos pide que los comicios se celebren después de marzo de 2012.

Además, ambos líderes deben aún ponerse de acuerdo sobre el reparto de las carteras del gabinete.

Una vez se haya concluido el acuerdo, la presidencia lo anunciará formalmente mañana.

La principal misión del nuevo jefe de Gobierno, que en el caso de Papademos sería uno de los más destacados economistas del país, será adoptar el último rescate pactado con la eurozona para evitar la quiebra del país.

Una vez que Papandréu y su gabinete presenten oficialmente su dimisión al presidente de la República, Carolos Papulias, queda abierto el camino para que el Parlamento de un voto de confianza al nuevo Ejecutivo.

En cuestión de meses, el nuevo gobierno deberá poner en marcha todas las leyes, reformas y medidas necesarias para que Grecia cumpla con los objetivos fijados con la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) de reducción del déficit y los gastos públicos.

El objetivo principal es conseguir que el país asuma todos los compromisos -con impopulares medidas de austeridad- del acuerdo alcanzado el 26 de octubre en Bruselas sobre un segundo rescate financiero por valor de 130.000 millones de euros hasta 2014, que incluye la participación de la banca privada con 30.000 millones de euros.

Antes de mediados de febrero, Grecia deberá los primeros 20.000 millones de euros de esa nueva ayuda.

El acuerdo comprende una quita del 50% (100.000 millones de euros) de la deuda helena.

Pero antes, el Parlamento griego será convocado para dar su voto al gobierno.

El Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) de Papandreu y la conservadora Nueva Democracia (ND) de Samarás cuentan con 153 escaños y 85 escaños, respectivamente, del total de 300 asientos de la Cámara, por lo que su aprobación está garantizada.

La situación del país es tan crítica que, aún sin haberse formado el gabinete, el vicepresidente del gobierno saliente y ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, viajó hoy a Bruselas para participar en una reunión crucial del Eurogrupo.

El objetivo del ministro griego era tranquilizar a los socios europeos y obtener la luz verde para la entrega de un tramo de 8.000 millones de euros del primer paquete de ayudas externas, que el país necesita para pagar sueldos y pensiones en diciembre.

«Tenemos una nueva situación política después de una semana difícil y (la formación de un nuevo gobierno) es una prueba de nuestras intenciones de levantar el país», dijo Venizelos en Bruselas, según las televisiones griegas.

Y los socios declararon que es de suma importancia que Grecia recupere su credibilidad.

Los partidos de izquierda minoritarios -entre ellos el comunista KKE, la Izquierda Democrática y la Coalición de Izquierda radical (SYRIZA)- han asegurado que no apoyarán al nuevo ejecutivo.

Por su parte, el sindicato de funcionarios públicos Adedy ha anunciado nuevas huelgas y protestas.

El jefe del partido de extrema derecha LAOS, Yorgos Karatzaferis, declaró que serán «observadores del nuevo gobierno», pero dejó abierta la posibilidad de brindar su apoyo con sus 16 diputados en el Parlamento de Atenas.

Adriana Flores Bórquez

 

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