Reino Unido expresa su «indignación» por el asalto a su Embajada en Irán

El Gobierno de Reino Unido ha expresado su «indignación» por la irrupción de un grupo de manifestantes iraníes en dos recintos de su Embajada en Teherán este martes y ha dicho que espera que el Gobierno de Irán actúe «urgentemente» para «controlar la situación».

A través de un comunicado, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ha confirmado que «una cantidad significativa de manifestantes» ha entrado en el recinto principal de la Embajada y han realizado «actos vandálicos».

«Nos sentimos indignados. Es totalmente inaceptable y lo condenamos», dice la nota, que añade que «la situación es cambiante» y que aún están recibiendo información sobre lo que está ocurriendo.

«De acuerdo con las leyes internacionales, incluida la Convención de Viena, el Gobierno iraní tiene el deber claro de proteger a los diplomáticos y las embajadas que hay en su país» y, por eso, «esperamos que actúe urgentemente» para «controlar la situación y garantizar la seguridad» del personal de la Embajada británica y del edificio en sí.

DESTROZOS

La Policía ya ha despejado la calle donde se encuentra el recinto principal de la Embajada como primer paso para expulsar a los manifestantes que habían accedido al interior, según la agencia de noticias IRNA. «¡La protesta ha terminado, marchaos!», han dicho los agentes a través de altavoces. Los manifestantes han arriado la bandera británica para después quemarla y han izado la iraní.

Dentro había unas 50 personas y, en el reciento de Qolhak, otro edificio de la Embajada británica situado en el norte de Teherán, había otras 100, que han cogido «documentos clasificados», según IRNA y la cadena de televisión IRIB.

Los participantes en la protesta han lanzado cócteles molotov y piedras, roto ventanas y destruido documentos, según dice la agencia Reuters que se ha visto en las imágenes difundidas por la televisión iraní. Uno de ellos llevaba una fotografía enmarcada de la reina Isabel II y otros portaban banderas que simbolizan el martirio y también fotografías del líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Alí Jamenei.

La agencia Mehr ha añadido que los empleados de la legación diplomática, sin precisar a cuál de los dos edificios se refería, han huido «por la puerta de atrás».

El Consejo de Guardianes, que aprueba o rechaza las leyes remitidas por el Parlamento y se asegura de que respetan la Constitución y el Derecho Islámico, aprobó este lunes un proyecto de ley en el que el Parlamento insta al Gobierno a expulsar al embajador británico como respuesta a las sanciones aprobadas por Londres.

Reino Unido impuso esas sanciones la semana pasada por la negativa de Irán a abandonar su polémico programa nuclear. Prohíben que las instituciones financieras británicas hagan negocios con las iraníes, incluido el Banco Central de Irán.

Un diputado iraní había advertido de que los ciudadanos de su país podrían irrumpir en la Embajada británica para expresar su enfado, como hicieron con la legación diplomática estadounidense en 1979.

Sin embargo, una fuente oficial iraní ha declarado a la agencia Reuters que estos actos no habían sido «organizados». «Las autoridades no tienen nada que ver (…), no es algo planificado», ha asegurado.

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