El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, transmitirá hoy los líderes chinos el mensaje de que la Unión Europea (UE) resolverá la crisis de la zona del euro, prioritaria en la agenda de la cumbre bilateral en Pekín, según el portavoz del ministerio de AAEE, Liu Weimin.
Van Rompuy se reunirá, junto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, con el primer ministro chino, Wen Jiabao, en la cita aplazada desde octubre.
Liu dijo que a China le preocupa la crisis de la zona del euro, que también impacta a China, principal socio comercial y confía en que la UE adopte «medidas activas y no sólo de contingencia».
Por su parte, el viceministro chino de AAEE, Song Tao, declaró a la agencia oficial Xinhua, que la UE «hizo esfuerzos considerables para abordar la crisis y ofrecer soluciones y China apoya un euro estable».
Wen reconoció recientemente que un eventual aumento de Pekín a los fondos de rescate europeos «protegería nuestros intereses nacionales» pues, destacó, la UE es el mayor mercado para las exportaciones chinas y la mayor fuente de tecnología.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), si la UE entrara en una recesión profunda, el crecimiento del PIB de China se reduciría al 4,2 por ciento (las previsiones son del 8,1 por ciento en 2012) por el cese de las importaciones, cierre de las fábricas y desempleo.
Los intercambios comerciales anuales se sitúan ya en los 450.000 millones de euros aunque Bruselas siente que el acceso al mercado chino no es abierto como el europeo lo que origina quejas.
Antes de llegar a Pekín, Van Rompuy declaró al «China Daily» que «será la propia UE con las medidas que adopta, y no China u otro país emergente quien resolverá la crisis de la zona euro».
Según van Rompuy, «el euro es una parte del DNA de Europa, una moneda común en el corazón de la vida diaria de más de 300 millones de ciudadanos y son los miembros de la UE quienes están resolviendo la crisis de la deuda».
«Los líderes europeos están decididos a hacer lo necesario para superar la crisis» dijo van Rompuy al diario oficial, lo que, según este, «deja claro que no viene a pedir ayuda financiera china».
Según analistas en Pekín, el mensaje a los líderes chinos, con quienes se reunirá hoy en el Gran Palacio del Pueblo, es el que desean, pues desde el inicio de la crisis, reiteraron que «son los europeos quienes deben hacer los deberes» .
Ante la petición europea de inversión china, Pekín, que además de comprar deuda, efectúa inversiones y adquisiciones, insiste en que la solución ha de ser europea y Wen dijo ante la canciller alemana, Angela Merkel, que «China ni quiere ni puede comprar Europa».
La UE estableció un fondo permanente de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera que estará operativo en verano con unos 500.000 millones de euros (660.000 dólares millones de dólares) y sobre el cual Pekín ha dicho siempre que necesita sus detalles.
El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), cuenta con unos 250.000 millones de euros (unos 330.000 millones de dólares), pero aumentarlo puede ser necesario.
El comisario europeo Klaus Regling en su reciente visita a China solicitó su contribución financiera (y de Japón), pero Pekín siempre dejó claro que su contribución sería siempre a través del FMI.
La agenda de hoy incluye además cooperación en energía, urbanización sostenible, comercio, finanzas, proteccionismo y asuntos regionales, así como la colaboración en ciencias biológicas.
Yang Huanming, Presidente del Instituto de Investigación Genómica, destacó que «hay un gran potencial para la futura cooperación entre China y Europa pues muchos científicos chinos solían trabajar en laboratorios occidentales y ahora tenemos los nuestros y colaboramos con ellos para aprender».
Un punto de fricción que no faltará es la orden de Pekín a las compañías aéreas chinas de no cumplir la directiva europea sobre emisiones de CO2.
Se espera que la cumbre concluya con el anuncio del fortalecimiento de la «asociación estratégica» bilateral y de un nuevo «diálogo de alto nivel» con especial énfasis en una mayor comunicación entre los 1.800 millones de personas que suman.
