Grecia ha alcanzado la mayor tasa de paro de su historia. El desempleo llegó en diciembre de 2011 al 21% de la población activa, la mayor cifra desde que elabora las estadísticas y una décima más que el mes anterior.
La oficina de estadísticas griega señala que la tasa de paro aumentó en 6,2 puntos respecto al 14,8% de diciembre de 2010, lo que ha supuesto superar el millón de parados.
En Grecia había 3,9 millones de trabajadores en diciembre frente a los 4,2 millones de 2010, mientras que el número de parados se ha elevado de 733.000 a 1,03 millones de personas.
La oficina estadística griega también apunta que el número de mujeres desempleadas (25,3%) es más elevado que el de hombres (17,7%). Por grupos de edad, los jóvenes de entre 15 y 24 años vuelven a registrar la tasa más elevada de paro (51,1%).
CANJE ‘MASIVO’ DE BONOS’
El volumen de participación de los acreedores en la condonación voluntaria de la deuda griega ha superado el 80% del volumen de la deuda, aseguró un portal informativo griego citando fuentes del registro electrónico en el que deben inscribirse quienes acudan al proceso de la quita.
Así, han aceptado la quita los poseedores de 143.000 de los 177.000 millones de euros en deuda bajo soberanía griega a reestructurar. En total son 206.000 millones, estando el resto inscrito bajo la ley británica y otras leyes foráneas.
Con estos números, el Gobierno griego no tendría obstáculos para iniciar el proceso de quita, pues necesita la aceptación del 66,7% del volumen de deuda, ni tampoco para activar el uso de las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC), para las que se necesita el visto bueno de los tenedores del 75% de deuda.
Estas CAC obligarían a los poseedores de bonos reacios a someterse a la quita de forma voluntaria a participar en ella, aunque afectaría de forma exclusiva a los 177.000 millones de euros bajo soberanía griega.
Una vez realizado el cálculo de cuántos acreedores se suman a la quita, el Gobierno griego consultará el viernes con sus socios europeos si aplica las CAC.
Esta operación implica el riesgo de que sea interpretada como un impago efectivo por parte de las agencias de calificación de riesgo, algo que activaría los seguros CDS que diversos inversores contrataron para proteger sus bonos ante un posible impago griego.