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Se la ha envainado. El gobierno español exigió en la tarde del 24 de marzo de 2012 una rectificación a Mario Monti por unas declaraciones en las que el primer ministro de Italia pintaba en tintes sombríos la situación económica en España y abría dudas sobre el manejo de la cuentas públicas por parte del Ejecutivo de Rajoy.
Y unas horas después, el primer ministro italiano rectificaba.
LA SECUENCIA
Estas declaraciones de Monti causaron en La Moncloa de «mucho malestar» y, por ello, se ha exigido una rectificación.
También en la tarde del sábado, durante su participación en un foro organizado en Cernobbio por la Confederación General de Comercio italiana, Monti soltó que «España está dando motivos de gran preocupación a Europa», ya que su situación económica podría provocar «un efecto contagio que podría extenderse por el continente».
El primer ministro italiano añadió que «España ha realizado una reforma laboral incontestable, muy incisiva, pero no ha prestado igual atención a las cuentas públicas».
Posteriormente, tras la exigencia de rectificación por el Gobierno español, la portavoz del presidente del Consejo, Elisabetta Olivi, difundió un comunicado en el que Monti expresa su aprecio «por la profunda reforma del mercado de trabajo en España introducida con gran inmediatez por el Gobierno de Mariano Rajoy».
En este comunicado, Monti ha confirmado «su total confianza en la determinación del Gobierno español con respecto a la consolidación fiscal y también a las medidas que adoptará para evitar la subida de la prima de riesgo».