La sección alemana de Amnistía Internacional ha criticado el boicot político por parte de la Comisión de la Unión Europea a la Eurocopa de fútbol en Ucrania por el caso de la ex primera ministra Yulia Timoshenko, encarcelada, enferma y en huelga de hambre en el país del este europeo.
Amnistía Internacional (AI) nunca llama al boicot de ese tipo de acontecimientos deportivos, afirma Wolfgang Grenz, secretario general de AI en Alemania en declaraciones que publica hoy el rotativo económico alemán Handelsblatt.
«Pero los políticos y funcionarios deportivos que viajen a Ucrania deben aprovechar la ocasión para llamar la atención sobre las graves violaciones de los Derechos Humanos y exigir de las autoridades ucranianas una mayor defensa de esos derechos», subraya Grenz.
Asimismo comenta que las protestas no deben limitarse al caso Timoshenko, ya que «existen informes sobre torturas para forzar confesiones» y quien denuncia abusos policiales o corrupción en Ucrania se ve abrumado por «acusaciones construidas y amenazado con violencia».
El presidente de la Comisión de la UE, José Manuel Durao Barroso, anunció ayer que no acudirá a los encuentros de la Eurocopa que se celebren en Ucrania, país organizador junto a Polonia a partir de junio.
La decisión de la Comisión de la UE fue criticada también por el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien declaró que «antes de decidirse por un boicot hay que reflexionar sobre las consecuencias» y afirmó que el torneo «debe celebrarse donde está previsto».
Entre tanto, el Gobierno alemán de la canciller federal, Angela Merkel, uno de los primeros en amenazar con un boicot político a Ucrania, rechaza la posibilidad de que los encuentros de la Eurocopa previstos en aquel país se celebren en otro lugar.
«Quitar a Ucrania los partidos no es la solución», escribe Steffen Seibert, portavoz oficial de Merkel, en su página de Twitter, en la que comenta que la decisión final de los miembros del gabinete germano de acudir o no a aquel país depende de como se desarrolle la situación.
Merkel y su gabinete, así como políticos de la oposición y los distintos estados federados, han amenazado con no acudir a Ucrania si antes del inicio de la Eurocopa no ha sido liberada la disidente Yulia Timoshenko.
