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Nueve días después de las elecciones legislativas, los grupos políticos no han llegado a ningún acuerdo para formar un Gobierno, según ha confirmado uno de los líderes que ha participado en el encuentro.
Panos Kammenos, líder del partido conservador que se opone al rescate financiero de Grecia, ha salido de la residencia presidencial donde se han celebrado las conversaciones y ha asegurado que el encuentro ha terminado sin pacto.
Los representantes de los principales partidos -excepto los neonazis- se han reunido con el Presidente del país para escuchar su propuesta de formar un gobierno de notables o tecnócratas.
Sin embargo, el fracaso de este último intento obligará a Grecia a volver a las urnas.
El miércoles 16 de mayo de 2012 será nombrado un encargado de gobierno que tendrá la tarea de llevar al país a los nuevos comicios, ha agregado el portavoz tras culminar la ronda final de las conversaciones.
ACUSACIONES A GRANEL
Las trifulcas internas entre las fuerzas políticas fueron de tal magnitud que fue imposible formar una coalición del Pasok, Nueva Democracia y la Izquierda Democrática, que juntos hubiesen tenido una cómoda mayoría de 168 de los 300 escaños del Parlamento heleno.
Pero han primado los intereses partidistas por encima de los del Estado, que está acuciado por una deuda soberana impagable y se enfrenta a pagos inaplazables en junio, como el de las pensiones y sueldos de funcionarios, todo ello con unas arcas vacías.
El líder de los socialistas griegos, Evangelos Venizelos, fue el primero en hacer declaraciones: «El país tendrá de nuevo elecciones dentro de pocos días y en pésimas condiciones, y todo porque algunos han impuesto fríamente sus intereses políticos ante los del país».
Una acusación dirigida a los radicales de la Coalición de la Izquierda Radical, el segundo partido tras las elecciones del 6 de mayo de 2012, pero también contra el partido de la Izquierda Democrática y el de los Griegos Independientes.
Todos ellos pusieron condiciones, exigiendo el que se eliminaran de inmediato una serie de medidas de recortes que forman parte de los compromisos de Grecia ante el FMI y la Unión Europea, sabiendo que el actual programa no es negociable y que, si no se cumple, el país no recibirá el segundo rescate. Sin este rescate, el estado griego no tendrá liquiedez en el mes de julio para pagar sus gastos básicos que incluyen sueldos y pensiones.