Un hombre mata a su antiguo jefe por despedirlo y después es abatido por la policía

El arma que utilizó el asesino del Empire State es de fabricación española

En el tiroteo en las calles de Nueva York resultaron heridas al menos nueve personas, todas por balas de la policía

Jeffrey Johnson había comprado el arma en Sarasota, en Florida, en 1991, cuando la empresa fabricante, Star Bonifacio Echeverría, aún estaba activa

Con un arma de fabricación española, una semiautomática de calibre 45 que fabricaba una empresa de Éibar, en el País Vasco, Jeffrey Johnson le voló de cinco tiros la cabeza a su ex jefe y echó a correr por la Quinta Avenida de Nueva York.

Pasadas las 09.00 h de este 24 agosto 2012, Jeffrey Johnson, un hombre de 53 años al que sus vecinos describen como un tipo solitario que vivía con dos gatos y sólo salía para ir al McDonald’s cada mañana, había vuelto a la sede de la empresa Hazan Imports, especializada en comprar accesorios chinos, enfrente del Empire State Building, el emblemático rascacielos de Manhattan, para matar a Steve Ercolino, de 41 años, quien le había despedido por la crisis después de seis años en la compañía.

Las balas de la Policía para abatir al agresor rebotaron en los edificios de alrededor en plena hora punta e hirieron a nueve personas que pasaban por allí, ninguna de ellas de gravedad.

El alcalde, Michael Bloomberg, insite en que «Nueva York es la más segura de las grandes ciudades» de Estados Unidos, aunque no sea inmune a la violencia con pistolas.

Justo unos minutos antes del tiroteo, Bloomberg había criticado en su programa de radio la falta de control en la compraventa de armas. Bloomberg se queja de que hay «demasiadas pistolas en las calles». «Somos el único país desarrollado del mundo con este problema».

UNA DE LAS PISTOLAS MÁS LETALES DEL MERCADO

Jeffrey Johnson había comprado el arma en Sarasota, en Florida, en 1991, cuando la empresa fabricante, Star Bonifacio Echeverría, aún estaba activa. La compañía entró en crisis y cerró después de varias reconversiones y un intento de reflote del Gobierno vasco. Johnson la había guardado estos años también en Nueva York, donde no tenía licencia para llevar armas, según la policía.

Ésta es una de las pistolas más letales del mercado y su uso era habitual, sobre todo, en los ejércitos por su largo alcance.

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