El cadáver completamente destrozado de un hombre de unos 30 años ha sido retirado este lunes 10 de septiembre en plena calle de un barrio residencial a las afueras de Londres.
Según ha informado el diario Daily Mail, se cree que el fallecido, de origen norteafricano, viajaba de polizón, escondido en el tren de aterrizaje de un avión.
La policía basa estas sospechas en las heridas que presenta el cadáver, compatibles con una caída desde una gran altura.
Expertos en aviación han afirmado que la persona debía haber fallecido ya antes de estrellarse contra el suelo, bien debido a las temperaturas extremadamente bajas que pudo experimentar a gran altitud o bien debido al pliegue del engranaje retráctil del propio tren de aterrizaje del avión en el momento del despegue.
Además, la calle en la que se han encontrado los restos mortales se encuentra bajo uno de los pasillos aéreos del aeropuerto de Heathrow, en Londres.
Según han informado los testigos se oyó un sonido parecido al de una bomba y encontraron después restos del cadáver desperdigados por el suelo, en varios metros a la redonda.
