Moscú había dado muestras recientes de querer relajar las condiciones del préstamo que concedió a Chipre en 2011
El ministro de Finanzas chipriota, Michael Sarris, tenía la misión de regresar a casa hoy 22 de marzo de 2013 con algo en sus manos.
Pero en los dos días que ha pasado en Moscú no ha logrado ganarse el respaldo de sus aliados naturales y vuela a casa con las manos vacías.
«Las negociaciones han concluido. Sus propuestas eran crear una compañía estatal para trasferir activos gasísticos con participación de inversores rusos (…). Nuestro inversores no se han interesado», declaró el titular de Finanza ruso, Antón Siluánov, citado por la agencia Interfax.
El ministro dijo que en las conversaciones con Sarris no se habló de la concesión de un nuevo crédito ruso a Chipre, «porque la parte europea estableció un techo de deuda» para ese país.
Las conversaciones con el ministro para una prolongación del préstamo que recibió de los rusos de 2.500 millones de euros, o la adjudicación de una ayuda adicional que permita tomar aire fresco a la ahogada economía chipriota, terminaron anoche sin acuerdo conocido.
Tampoco el ministro de Energía logró que una propuesta relativa al consorcio gasístico ruso Gazprom fuera lo bastante atractiva para los rusos. Según los medios de Moscú, el gigante del gas se ofreció a conceder una asistencia financiera a Nicosia, a cambio de la concesión de la licencia de la explotación de gas en la zona económica de la isla mediterránea.
El primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, dijo el jueves que su delegación había «hecho una serie de propuestas relativas a los activos que Rusia estaría interesada en aprender», pero que esta oferta incluye «nada nuevo».
Moscú había dado muestras recientes de estar pensando en relajar las condiciones del préstamo que concedió a Chipre en 2011, aplazando a su fecha límite, fijada actualmente en 2016 o mediante la reducción de las tasas de interés.
Sin embargo, las autoridades rusas se sintieron ofendidas por las negociaciones de un plan de rescate de Chipre con la UE, que incluye los depósitos bancarios.
De acuerdo con Moodys, los rusos tienen 24 millones de euros en cuentas bancarias en Chipre, más de un tercio del total de depósitos. Aunque el banco central de la isla dio el jueves una estimación más baja al menos 10,2 millones de euros.