El primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, ha anunciado este 7 de abril de 2013 que efectuará nuevos recortes de gastos y hará «todo lo posible» para evitar un segundo rescate del país, al informar de los problemas creados por el fallo judicial contra sus medidas de austeridad.
En una alocución televisada a toda la nación tras recibir ayer la confianza del jefe de Estado, Aníbal Cavaco Silva, para concluir la legislatura, el líder conservador luso rechazó la posibilidad de volver a subir los impuestos y anunció que habrá reducciones de gastos en áreas como la salud, seguridad social y empresas públicas.
Passos Coelho justificó la decisión en que el país se encuentra en un estado de “emergencia nacional” y que está determinado a cumplir con los compromisos adquiridos con la troika.
Añadió que, en contra de lo que parece desprenderse de la sentencia del tribunal, no piensa subir los impuestos (ya los ha subido este año de una forma considerable) y que no le queda otro remedio, para asegurar el futuro del país, que dejar de gastar.
“Tenemos que evitar un nuevo rescate. La alternativa a no cumplir con nuestros socios es precisamente esa, la de pedir una nueva ayuda. Pero eso no se evita con buenas palabras y con buenas intenciones, sino con hechos concretos. No será fácil. No hay mucho margen”.
De ahí que Passos Coelho piense, para cuadrar el círculo de las cuentas públicas, en una “aceleración de la reestructuración del Estado” encaminada, claro, a adelgazarlo.
Passos Coelho también responsabilizó al Tribunal Constitucional, que el viernes invalidó la suspensión de una de las pagas extras de jubilados y pensionistas y otros recortes sociales, de poner en riesgo la recuperación financiera del país y las negociaciones para alargar los plazos de devolución del rescate que pidió en 2011.