La crisis actual del euro ha evidenciado que se precisan "soluciones globales"
La canciller alemana, Angela Merkel, ha ratificado este 11 de abril de 2013 su convicción de que la crisis de la zona euro no se resolverá «bombeando más dinero», sino con profundas reformas estructurales e insistió en el compromiso de su Gobierno con el euro.
Esta es la respuesta germana a las últimas peticiones de Estados Unidos, que pedía a Alemania un mayor gasto para ayudar al resto de socios europeos a salir de la crisis.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, pidió esta semana en Alemania que los países con superávit presupuestario introduzcan políticas que ayuden a fomentar el consumo doméstico.
«El motor del crecimiento económico tiene que ser la demanda de los consumidores… unas políticas que ayuden a fomentar la demanda de los consumidores en los países que tienen esta capacidad serían útiles».
Algunos gobiernos como los de Francia y España han lanzado mensajes en esa misma línea. Han coincidido en la necesidad suavizar las políticas de ajuste presupuestario e impulsar las de estímulo del crecimiento.
Alemania mantiene su postura
La crisis actual del euro ha evidenciado que se precisan «soluciones globales» y éstas no consisten en inyectar «una y otra vez» dinero, respondió Merkel, en una pregunta en esa dirección, en una comparecencia junto al primer ministro indio, Manmohan Singh.
La canciller insistió en el «sentido de responsabilidad» con que su país trabaja para «asegurar el futuro del euro», además de para lograr su estabilidad ahora, al tiempo que destacaba la necesidad de avanzar hacia la supervisión bancaria común, como instrumento esencial para ese cometido.
La situación del euro no debe ser un «motivo constante de irritación para el resto del mundo», dijo Merkel, al término de las consultas bilaterales germano-indias que presidió junto a Singh.
Interesa una Europa fuerte
El primer ministro indio, por su parte, hizo hincapié en el «interés compartido» por «todo el mundo» en que se logre la estabilización de la divisa europea.
Merkel y Singh, admitieron, por otro lado, que persisten «obstáculos» aún para la suscripción de un Tratado de Libre Comercio entre la UE e India.
Las negociaciones en ese sentido empezaron en 2007 y por el momento sólo hay síntomas de «acercamiento», coincidieron Merkel y Singh, pero no de que puedan cerrarse con éxito en un futuro inmediato.
Entre los obstáculos que persisten, indicó la canciller, están los factores de seguridad, tanto jurídica como política.
Alemania está entre los países recelosos a tal tratado, en buena parte porque teme sus efectos en su industria de la automoción y la exportación, motor tradicional de su economía.