Me parece fuera de lugar que la izquierda insista tanto en meterse en la alcoba de los políticos para echarlos del terreno de juego por sus asuntos sexuales
Arrancó ‘El Gato al Agua’ este 24 de junio de 2013, con la noticia de la condena de Silvio Berlusconi a siete años de prisión en el marco del conocido como ‘caso Ruby’, en referencia a la joven prostituta marroquí joven marroquí Karima El Marough.
Las tres jueces que formaban el tribunal, una de las cuales apareció en pantallaleyendo la sentencia, también han dedidido inhabilitar a perpetudidad para la política al ex primer ministro italiano.
Arrancó el debate, como un ciclón, el columnista de ‘El Mundo’ Salvador Sostres, quien empezó subrayando que Berlusconi se pagaba sus fiestas y no las hacía con dinero público:
«Hay resentimiento de fondo que es producto de una actitud feminista».
Y añadió Sostres:
«Me parece muy hipócrita tratar como menor de edad a Ruby porque tenía 17 años…».
«Y también me parece fuera de lugar que la izquierda insista tanto en meterse en la alcoba de los políticos para echarlos del terreno de juego por sus asuntos sexuales. A Berlusconi no le pudieron vencer en las urnas, porque los italianos le han votado reiteradamente y en las últimas elecciones estuvo a décimas de dar la gran sorpresa y han recurrido a esto».
El presentador, Javier Algarra, matizó: «No es meterse en la alcoba de nadie cuando corretean desnudos por el jardín de la villa…».
Sostres, inasequible al desaliento, continuó defendiendo su posición:
«Sólo hace falta ver la cara de la señora que ha dictado la sentencia para ver el resentimiento. Van contra él porque es un empresario de éxito y, como casi nunca le han ganado electoralmente, quieren vencer de otra manera».
Ahí entró en liza el periodista Carmelo Encinas, quien subrayó mirando a Sostres, que el caso no tiene «ni puñetera gracia»:
«Porque sean juezas, no quiere decir que no sean justas».
Ante esa frase, Sostres masculló guasón: «Bueno…».
Intervino Fernando Sánchez Dragó, quien tras exhibir su conocimiento personal de Italia, afirmó rotundo que «la Justicia en Italia está sumamente politizada»:
«Conociendo a los italianos, si en lugar de tres juezas hubiese habido 3 jueces, probablemente la sentencia habría sido diferente».
Luis Herrero dijo no estar «nada triste» por la pena de cárcel para el italiano, mientras que Fernando Paz manifestó que «lo que cae mal es el machismo», y que «hay hipocresía y corrección política».