El 96,6% de los crimeos vota sí en el referéndum para convertirse en rusos de pleno derecho

Crimea se abraza a la Rusia de Putin

El Parlamento autónomo de la península solicitará este lunes la incorporación oficial a la Federación rusa

Crimea se abraza a la Rusia de Putin
El mapa de Crimea. EP

El primero ministro de Ucrania, Yatseniuk: “La tierra arderá bajo los pies de los separatistas”

El 96,6% de los votantes en el referéndum secesionista convocado por la república autónoma de Crimea (Ucrania) se han pronunciado este domingo, 16 de marzo de 2014, con todas las papeletas escrutadas, por la incorporación de este territorio a Rusia.

Crimea está siendo el epicentro de una de las mayores crisis internacionales desde la desintegración de la URSS en 1991.

Según la televisión oficial de Crimea, que emite conjuntamente con el canal de televisión rusa Rossia 24, la participación en el referéndum superó el 89,5% en Sebastopol, la ciudad sede de la flota del mar Negro rusa; en la capital, Simferópol, fue del 88,5% y llegó al 82,7% en el resto de la península.

El canal reiteraba que el 40% de los tártaros, la comunidad más reacia al referéndum, habían votado. Todos estos datos son imposibles de verificar, porque el número de observadores se limitaba a varias decenas de personas complacientes que no veían nada anormal en la consulta.

Los ciudadanos no incluidos en las listas podían votar en si rellenaban una solicitud en el mismo colegio electoral.Dos eran las preguntas sometidas a votación a un censo electoral de algo más 1,5 millones de personas.

En la primera se preguntaba sobre la incorporación a Rusia en calidad de provincia y en la segunda, sobre la permanencia en Ucrania sobre la base de la Constitución local de 1992.

Según el censo de Crimea, un 58,3% de los habitantes de la península son rusos, el 24,3% son ucranianos y el 12,5 % son tártaros.

LAS AMENAZAS DE KIEV

El primer ministro ucranio afiló la retórica de las grandes ocasiones y anunció este domingo que el Estado capturará a «todos cabecillas separatistas que se protegen tras los militares rusos».

Arseni Yatseniuk aseguró a los ciudadanos:

«Los encontraremos, sea en un año, en dos, y los llevaremos ante la justicia en tribunales ucranios e internacionales. La tierra arderá bajo sus pies».

El día del referéndum en Crimea, el Maidán se llenó de gente con banderas y llamamientos a proteger la unidad, pero en otras partes de Kiev era difícil ver alguna reacción a la certeza general de que el voto sería muy favorable a que la península se desgaje de Ucrania y se integre en Rusia.

El Gobierno no escatimó en alusiones al peligro de invasión rusa. Yatseniuk animó a los ucranios a apuntarse como voluntarios en la recién creada Guardia Nacional, que tendrá hasta 60.000 miembros.

«Habrá centros de entrenamiento y se distribuirán armas legales».

«Tendréis la oportunidad de defender al país con la Guardia Nacional y las fuerzas de seguridad».

LOS GESTOS DE LA UNIÓN EUROPEA

La Unión Europea no necesitó siquiera que cerraran las urnas en Crimea para pronunciarse sobre la votación. El referéndum orquestado por las autoridades de esa región para escindirse de Ucrania y regresar a Rusia es «ilegal, ilegítimo y su resultado no será reconocido», advirtieron a media tarde el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en un comunicado. Más que a las autoridades de Crimea, el mensaje se dirigía a Rusia, a cuyo presidente, Vladímir Putin, culpan de la escalada de tensión en ese territorio.

El comunicado avanzaba lo que previsiblemente harán este 17 d amarzo de 2014 los ministros de Exteriores de la UE: adoptar por primera vez sanciones contra Rusia.

La inquietud que el problema ucranio suscita en toda Europa es palpable en cada declaración pública. Más allá de Crimea, el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, considera que Ucrania en su conjunto está «en peligro de incendio» por el riesgo de que el conflicto se extienda a la zona este del país, también bajo la influencia rusa.

«Rusia se ha negado hasta ahora a toda opción para dar con una salida a la situación», argumentó el jefe de la diplomacia alemana, en declaraciones al dominical Welt am Sonntag.

Más directo, su homólogo francés, Laurent Fabius, urgió a Rusia a tomar «medidas inmediatas» para reducir las tensiones «peligrosas y sin sentido en Ucrania».

El responsable de Exteriores británico, William Hague, concluyó: «El referéndum es una farsa».

 

 

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