En un escenario mundial marcado por las dos bombas atómicas que Estados Unidos lanzó en 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki no pasaron en absoluto desapercibidas en la España franquista en los años 60.
Para Franco, la creación de un arsenal nuclear representaba un instrumento de primer orden que haría que su sueño de situar a España en el escenario internacional se cumpliera.
La financiación inicial del proyecto vendría de la mano de los Estados Unidos. En 1963 se crea la ley sobre la energía nuclear y se autorizó lo que sería la primera central nuclear: Almonacid de Zorita en Guadalajara.
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— Qué Aprendemos Hoy (@QAHcom) diciembre 8, 2014