Esta petición de la fiscalía se une a la retirada de la acusación por parte de la acusación particular de dos exprostitutas y de la Asociación Equipos contra el Proxenetismo, lo que despeja el camino del Macho Alfa
Nadie es grande para su ayuda cámara y puesta bajo el microscopio no hay intimidad que se resista, pero lo de Dominique Strauss-Kahn estremece.
No sólo porque el exdirector del FMI sea un obseso y un depravado, sin la mínima consideración hacia las mujeres.
Probablemente no hacia todas, pero si hacia las bellas jovencitas con las que él y sus amigotes se divirtieron entre 2008 y 2011 en hoteles de Lille, Bruselas, París y Washington y a las que, según el fiscal, relegaban al papel de ‘simples objetos de placer’.
Ahora está en horas bajas y es apaleado por los medios de comunicación, pero no podemos pasar por alto que DSK, durante décadas, fue el darling de la prensa mundial y el favorito del socialismo caviar.
Que fuera el político más libertino y mujeriego del Viejo Continente, jamás generó el menor rechazo entre sus pares, que comentaban con admiración sus proezas amatorias.
Ni siquiera pareció importunar a su bella y millonaria esposa, la periodista Anne Sinclair, quien nunca le llamó al orden. Al menos que se sepa.
El tipo, que hace unos días afirmó en el juicio que se exagera su apetito sexual porque «sólo» participaba en cuatro orgías al año, es el que siendo estudiante decía que la economía le ofrecería un futuro brillante: «O jefe de Estado o premio Nobel».
El Nobel lo tenía complicado, pero hubiera llegado a la presidencia de Francia, si en 2011 no le hubiera entrado un calentón y acabara abalanzándose en pelotas sobre una limpiadora del Sofitel de Nueva York.
Ayer, un día después de que la acusación particular se echara para atrás, el fiscal pidió que se retiren todos los cargos de proxenetismo.
No puede probar que DSK supiera que las chicas de las ‘camas redondas’ y la ‘sodomía con violencia’ fueran prostitutas.
Y concluye, porque no le queda otra, que ser un salido, un guarro y un miserable pervertido no es delito.
