Con tan sólo dos años, la pequeña ya cuenta con su propia línea de merchandising en la que se pueden encontrar desde camisetas a vestidos de princesa. Los productos se basan en un personaje ficticio, a pesar de llevar el nombre de la princesa Charlotte. Pese a todo, varios medios acusan a los Duques de Cambridge de estar haciendo caja con la imagen de la niña.
Según publica Informalia, el espacio dedicado a Charlotte en la tienda de souvenirs del Palacio de Kensington es sorprendente. Coronas, abanicos de plumas, muñecas, varitas o material de papelería son algunos de los productos más vendidos. Su precio va desde los cuatro a los 15 euros, excepto el vestido real que asciende a 42, siendo el producto más caro.
La descripción de éste último evoca al mítico cuento de ensueño: «Imagínese deslizándose por los pasillos del Palacio de Kensington como la Princesa Charlotte con este precioso vestido de fantasía de princesa».
Aunque el personaje en el que se basan estos productos es un personaje ficticio con el mismo nombre de la princesa, los medios estadounidenses han acusado a Kate Middleton y Guillermo de permitir lucrarse con la imagen de su hija.
Charlotte, ajena a todo este revuelo, está a punto de cumplir tres años y no es la única que tiene una línea de productos. Su hermano, el príncipe George, también cuenta con otra, al igual que su madre. El más vendido de la colección de Middleton es un libro de 31 páginas para colorear dirigido a los adultos.
«Colorea a Kate, un icono de estilo moderno. Desde hermosos trajes de baile y vestidos formales, a los casual chic. Completa estas escenas y añade color al maravilloso armario de Kate», reza la descripción del ejemplar, que tiene un coste de seis dólares.