Se llama Álex di Francesco Ovejero, tiene 28 años y se crió en una zona acomodada del barrio de Chamartín. De hecho, su padre es un diputado italiano, Stefano di Francesco, aunque el hijo nació en Madrid y actualmente reside en San Sebastián de los Reyes. Hasta ahí, nada especialmente fuera de lo común.
La singularidad de la historia la aporta que, pese a ese «pedigrí» de familia bien (en un colegio del barrio coincidió con otros que ahora también son ladrones al uso), el joven está considerado en la actualidad el más voraz ladrón de cajas fuertes de España.
De hecho, en medios policiales, muerto el «Niño Sáez» hace ahora mes y medio y con «Cásper» entre rejas por mucho tiempo, habría escalado al primer puesto del ignominioso podio del principal butronero del país. Siempre presuntamente, aunque hace apenas unas semanas cayó en manos del Grupo XXI de la Brigada de Policía Judicial de Madrid.
No era, sin embargo, su primera detención. Acumula una treintena de reseñas, muchas de ellas acompañadas de arrestos.
Cuenta Carlos Hidalgo en ‘ABC’ que ya en 2015 fue cazado por la UDEV Central, que viene siguiéndole los pasos desde hace tres o cuatro años, que fue cuando Di Francesco empezó a pisar el acelerador del bólido delictivo del que presuntamente no se ha bajado desde muy jovencito.