Los restos de un hombre que desapareció en 1974 en Chipre y que posiblemente fue asesinado han sido encontrados 40 años después gracias a la semilla de un higo que comió antes de morir, de la que creció una higuera.
El árbol llamó la atención de un investigador en 2011, intrigado en que esta especie, poco habitual en el lugar, hubiera crecido en el interior de la cueva. Al excavar alrededor de la higuera para su investigación, descubrió con horror los huesos de una persona.
Según informa The Mirror, se trataba de Ahmet Hergune, que durante el conflicto entre grecochipriotas y turcochipriotas en 1974 se unió a la Organización de Resistencia Turca y del que nada se sabía desde que los griegos se lo llevaron el 10 de junio de aquel año.
Hergune habría sido asesinado y su cuerpo escondido en aquella cueva, junto a los de otros dos hombres cuyos restos también han sido encontrados.
La cueva fue dinamitada, pero la explosión abrió un agujero que dejó entrar la luz suficiente como para que la semilla de higo que permanecía en el estómago de Hergune creciera hasta convertirse en un árbol.
Las pruebas de ADN han podido confirmar su identidad y su familia, que lo buscó durante décadas, por fin ha podido saber qué fue de él.
En Chipre aún se busca a 2.002 personas desaparecidas entre 1963 y 1974. En los últimos 12 años se han hallado e identificado los restos de 890 personas, incluidos los de Ahmet, encontrados de forma tan imprevisible.
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