Un generoso alemán de 85 años fue asesinado en su casa en Wittenburg en Mecklenburg-Vorpommern, mientras dormía.
El asesino, que le cercenó el cuello, es un joven refugiado de 20 años.
El miserable, arrestado este 17 de noviembre de 2018, es un afgano que se había ocupado del jubilado durante una semana en agosto de 2018 y actualmente trabajaba ayudando a la víctima en su casa.
El asesinato ocurrió alrededor de las dos de la mañana del sábado tras lo cual el sospechoso huyó del lugar en un coche robado con el que chocó. Después continuó su huida a pie, pero fue interceptado por una patrulla y detenido.
Al parecer, fue la propia hija de la víctima, que es asistente social, quien animó a su padre a contratar a un solicitante de asilo. El hombre acabó dando trabajo a este joven de 20 años de origen afgano.
Aunque su solicitud de asilo había sido rechazada tenía permiso hasta finales de enero de 2019 para residir en Alemania, según informa Welt.
Según los fiscales, el asesinato fue presenciado por una empleada Bosnia, que trabajaba como cuidadora a domicilio del anciano. La mujer vio el asesinato en un monitor de bebé.
La policía estatal dijo que el homicida no tiene antecedentes penales en la región de Mecklenburg-Vorpommern y que estaban verificando con la policía en otras partes de Alemania para obtener más información sobre él.
