En la localidad rusa de Novi Urengói, situada en el norte de Siberia, el Servicio Secreto ruso ha efectuado una operación en colaboración con el ministerio del Interior que ha culminado con el arresto de 4 miembros de una célula del Estado Islámico. Además, las autoridades requisaron materiales propagandísticos y de extremismo religioso. Según reportes, los detenidos en sus actividades estaban siguiendo órdenes procedentes del territorio de Siria.