La explosiva de 30 años, conocida como 'Apples' fue despedida hace tres semanas como jefa de prensa del Partido Conservador
Siempre se dijo que en Gran Bretaña, los escándalos económicos siempre eran protagonizados por laboristas y los sexuales por conservadores y parece que nada cambia.
Es rubia y ambiciosa como él, aunque tiene 24 años menos (30) y conoce como nadie los entresijos del Partido Conservador, donde ha estallado definitivamente la guerra civil. Hablamos de Carrie Symonds, la última amante de el ex ministro de Exteriores británico Boris Johson.
Apples, que es como llaman a Carrie, fue despedida hace tres semanas como jefa de prensa del Partido Conservador, una noticia que va unida al divorcio del ex alcalde de Londres y aspirante a primer ministro británico, cuya ex mujer e hija mayor le dedican frases tan bonitas como ésta:
«Eres un bastardo egocéntrico».
Boris se enfrenta a su segundo divorcio. Tras dejar a su primera mujer, Allegra Mostyn-Owen, inició su relación con la que luego sería su segunda esposa -la abogada Marina Wheeler.
25 años de matrimonio y cuatro hijos después, Marina presenta esta semana los papeles de divorcio con el adulterio como causa mayor. Su hija Lara ha condenado la conducta de su padre y le ha llamado «bastardo egoísta».
La culpa la tiene Carrie Symonds, o sea, Apples (manzanas). Y según algunos, también Theresa May que esta filtrando datos para socavar definitivamente la imagen de su rival Boris Johnson.
La batalla entre la primera ministra británica y y su ex ministro de Exteriores ha llegado ya a extremos poco decorosos, en el que se utilizan historias de alcoba, infidelidades y trapos sucios de toda especie en una disputa en la que lo que se dirime es si el Reino Unido debe buscar una fórmula razonable para no perder mucho con su salida de la Unión Europea, o como quiere Johnson, si se cortan en seco todos los cables que unen a Gran Bretaña con el continente que es lo que intentaría Johnson si logra descabalgar a la primera ministra en el Partido Conservador.
Boris y Apples son rubios y ambiciosos y conservadores, aunque ella es 24 años más joven que el político más conocido del Reino Unido y aspirante a sucesor de Theresa May en el número 10 de Downing Street.
Carrie Symonds, la última amante conocida del ex ministro de Exteriores británico, es, desde el punto de vista de la prensa local, la responsable de la guerra civil que mantienen Boris Johnson y su mujer, Marina, que le ha echado de casa.
La aventura amorosa con Carrie Symonds, despedida hace tres semanas como jefa de prensa del Partido Conservador bajo sospecha de «dormir con el enemigo», puede hundir la carrera de Johnson.
Pero hay quien opina sin embargo que su avasalladora presencia en los tabloides a causa de su penúltimo culebrón puede ayudarle en su carrera hacia el Gobierno de Su Majestad. Johnson, mientras tanto, no se corta un pelo y sigue atacando a su ex jefa, Theresa May, a la que acusa de negociar un Brexit «suicida».
Carrie Symonds, por cierto, está desaparecida o escondida, mientras los inagotables tabloides profundizan en los detalles de su tórrida historia de amor con Johnson: la comida del día de San Valentín en febrero, la cena por su 30 cumpleaños, los encuentros furtivos en una suite de lujo del hotel Rosewood del barrio de Holborn, a menos de tres kilómetros de su casa familiar de Islington donde Boris no puede volver, so pena de ser golpeado por su mujer…
Los mensajes subidos de tono entre Boris y Symonds fueron aireados al parecer por la propia jefa de prensa durante meses.
Boris, todavía secretario de Exteriores, le enviaba al parecer textos ‘guarrillos’ que no quedaban entre ellos. Fueron los colaboradores más cercanos de Theresa May quienes advirtieron a la premier sobre la relación de la joven asistente y Boris Johnson. Ello forzó la dimisión de Symonds, mes y medio después de que el propio Johnson arrojara la toalla por su desacuerdo con el plan del Brexit de la premier.
Los deslices amorosos de Boris Johnson no son nuevos. La crítica de Arte Helen Macintyre (con quien se supone tuvo una hija), la escritora Petronella Wyatt (que le acusó de no querer siquiera pagar la factura médica de un aborto), la periodista Anna Fazackerley o la veinteañera Ruzwana Bashir (ex presidenta del sindicato de estudiantes de Oxford) son solo algunas de ‘amigas especiales’ de Johnson.