Las redes se preguntan si este tipo de cosas se deben consentir o son un hecho aislado (El terrorista islámico que atacó la comisaría de Cornellá era gay y se quería suicidar por ello).
De lo que no cabe la menor duda es que resulta chocante ver a alguien atacar símbolos del país que lo ha recibido con los brazos abiertos (La vergonzosa frase de la ministra de Sanidad justificando al Estado Islámico se hace viral).
Desde hace más de dos décadas, Hamza Roberto Piccardo, que no es el responsable de este lamentable hecho, se ocupa de defender los derechos de los musulmanes italianos. Fue uno de los fundadores en 1990 de la Unión de las Comunidades Islámicas de Italia, una organización que agrupa distintas asociaciones de esta religión, y ocupó el cargo de secretario general del colectivo durante ocho años (Nobel de la Paz: el estremecedor testimonio de Nadia Murad, esclava sexual del Estado Islámico).
Cuenta que en 1991 ya intentó firmar con el Estado un acuerdo que regulara el trato hacia los musulmanes, pero en todo este tiempo no ha habido ningún avance, según recoge Ismael Monzón en El Español.
La inmigración ha provocado que en los últimos años el número de los seguidores de Mahoma alcance al menos los 2,6 millones, en un país de 60 millones de habitantes (El dramático instante en que el asesino islámico intenta acuchillar a tres policías y lo abaten de un balazo).
Aunque son cerca de 900.000 los que tienen los que tienen ciudadanía italiana (El terrorista islámico que ha matado a 4 a tiros en Estrasburgo tenía granadas en casa).
Por eso, Piccardo consideró hace un par de años que la comunidad en la que se siente integrado debería contar con un órgano asociativo fuerte. Así nació la Asamblea Constituyente Islámica
