Todo empezó por una simple mancha de vino. Como suena.
Y esa menudencia derivó en una ruidosa disputa conyugal protagonizada por Boris Johnson y su pareja Carrie Symond, que llevó el pasado 28 de junio de 2019 a los asustados vecinos a llamar a la policía.
La trifulca hizo saltar todas las alarmas sobre el carácter del que es el favorito para ser el próximo primer ministro de Gran Bretaña. Todo ocurrió en la madrugada del pasado viernes, la policía de Londres acudió al domicilio de Johnson ante el aviso de los vecinos, que escucharon una violenta discusión repleta de gritos y portazos, según informó entonces el diario The Guardian.
El mismo que unos días después ha publicado una idílica imagen del exalcalde de Londres y su novia sentados en una mesa de jardín agarrados de la mano.
En otras palabras: todo vuelve a su cauce y las aspiraciones políticas de Boris siguen intactas, entre otras razones porque la novia se juega mucho en el empeño.
Carrie Symond, experta en comunicación y relaciones públicas, tiene 31 años, y fue durante su etapa primero como secretaria y después como directora de comunicación del Partido Conservador cuando conoció a Johnson, 23 años mayor que ella.
Los rumores de una estrecha amistad entre ambos surgieron en febrero de 2018, cuando fueron vistos cenando en un restaurante por el día de los Enamorados. Tras ser acusado de infiel por la prensa británica, el pasado septiembre el político anunció su divorcio de su segunda esposa y madre de cuatro hijos, la abogada Marina Wheeler, con quien ha estado casado 25 años.
Carrie es hija de Matthew Symonds, uno de los fundadores de The Indpendent, y Josephine Mcaffee, abogada del mismo periódico. Se crió en East Sheen, al sureste de la capital inglesa, y estudió en un colegio femenino. Antes de especializarse en relaciones públicas, Carrie Symonds se licenció en Teatro e Historia del Arte en la Universidad de Warwick.
Ecologista, feminista y gran admiradora de Michelle Obama, Carrie Symonds está decidida a cambiar la imagen machista y reaccionaria de su pareja para captar las voces de los más jóvenes conservadores.
Con un perfil más moderado que su pareja, a ella se le atribuyen las mejoras en el estilo y el físico de Johnson, pues el político ha perdido peso, ha cambiado su corte de pelo y ha modernizado su forma de vestir, apostando por trajes más elegantes y modernos.
También dicen que le “presionó” para que redujera su dureza con el Brexit y que es la “culpable” de la estrenada templanza de Johnson a la hora de expresar sus opiniones.
Tras ocho años en el Partido Conservador, en agosto de 2018 Symonds renunció a su puesto para unirse a Michael Bloomberg en su programa de protección de los océanos Vibrant Oceans.
Con apenas 24.500 seguidores en su perfil de Twitter, la posible futura primera dama británica tiene como estandarte la “lucha contra la contaminación” y la mayoría de sus publicaciones son imágenes sobre la preservación de los océanos.