Ya no sois bienvenidos».
Ese es el titular escrito con enormes carácteres en la portada del diario ‘Bild’, el más popular e influyente rotativo de Alemania.
Un mensaje de calado social, pegado a la calle, que el partido Alternativa para Alemania (AfD) va a rentabilizar.
El terreno está abonado, porque lo que pasa no es muy distinto a lo que sucede en España, aunque aquí se le ponga sordina.
Lo hacen en grupo y cada vez más jóvenes. Ése el perfil de los violadores y agresores sexuales que están aflorando en Alemania, un dato preocupante que, añadido a la nacionalidad de los autores, ha dado lugar a un debate que entremezcla conmoción social, peticiones para rebajar la edad de responsabilidad penal y xenofobia.
En sólo dos meses se han conocido tres violaciones grupales y una agresión sexual con participación de niños de entre 12 y 17 años.
En total 20 menores -tres de ellos por debajo de la edad penal- repartidos en cuatro ‘Manadas’.
Todos son extranjeros: turcos, sirios, libaneses o búlgaros.
La cultura del ‘Wilkomenn’ refugiados, como sucedió tras la ola de agresiones en Colonia de hace un par de años, ha dejado de ser ‘cool’.