El sueño de Silvia Romano era trabajar para una buena causa, por esa razón decidió irse hasta Kenia, quería poner todo su esfuerzo en favor de los menores abandonados.
En noviembre de 2018 lo estaba viviendo, se encontraba en una aldea en la zona rural de Kenia, trabajando para la ONG África Milele, cuando repentinamente tres hombres armados se bajaron de una furgoneta, le robaron el dinero a todos después de hacerlos arrodillarse, y fueron a por más.
Entraron al recinto donde la cooperante italiana estaba con un grupo de niños, la raptaron, el grupo terrorista se la había llevado, no sin antes dejar herida a otra mujer. Desde ese día nadie supo de Silvia. Hasta este sábado, después de un año medio fue liberada.
“Fui fuerte y resistí”, fueron sus primeras palabras tras el anuncio. “Me encuentro bien y no veo la hora de regresar a Italia”
Ha sido más de año y medio de trabajo por parte de los servicios de inteligencia de Italia (Aise) para que Silvia fuese liberada. La operación fue especialmente complicada. En dicho territorio resultaba muy difícil llevar a cabo una intervención occidental. Por lo cual buscaron otros canales para conseguirlo, utilizaron los servicios secretos, contactos y posibles negociaciones con los secuestrados. Todo ello, sin descartar la posibilidad de pagar un alto precio por el rescate.
La noticia llegaba el pasado viernes 8 de mayo de 2020, cuando tras ser secuestrada y vendida a un grupo de yihadistas, obligada a casarse y llevar velo, el primer ministro italiano Giuseppe Conte anunció la noticia de su liberación: «¡Silvia Romano ha sido liberada! Llegará mañana a Italia».
Inicialmente el foco de la investigación se puso sobre islamistas somalíes por la forma en vestían y el idioma que hablaban los captores. Sin embargo, después se conoció que estos vendieron a la joven a los Shababs, los extremistas islámicos que operan en África Oriental, un grupo terrorista aliado de Al Qaida.
La clave de la liberación, según fuentes de inteligencia citadas por el ABC fue «un trabajo de campo muy complejo» liderado por el general Luciano Carta, en colaboración de los servicios secretos turcos y somalíes. Silvia Romano aún estaba en manos de Al Shabab, cuando los servicios secretos italianos iniciaron a operación la noche del viernes al sábado, a 30 kilómetros de Mogadiscio, en un área reducida y en condiciones extremas por las inundaciones de los últimos días.
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— Giuseppe Conte (@GiuseppeConteIT) May 10, 2020
En el barrio de Milán donde Silvia vivía se desataron los cantos desde los balcones. Los vecinos entonaron sus canciones favoritas y el himno nacional. La iglesia local hizo sonar sus campanas. Las redes sociales estallaron. Varios usuarios recordaron a Giuseppe Civati, el político que cada día desde Twitter enviaba un mensaje recordando el caso de Silvia y pidiendo su liberación.
«Siento tanta felicidad que no me importa más nada, sólo quiero abrazar a nuestra Silvia después de 17 meses, estuve contando los días», dijo el padre Enzo.
“Estoy feliz, aturdida, no me lo esperaba”, agregó la madre Francesca Fumagalli.