Rusia está desatando su máxima represión contra todos los que respalden al líder de la oposición Alexei Navalny.
Al menos 1.770 manifestantes fueron detenidas en las marchas celebradas en un centenar de ciudades rusas para exigir la liberación del político.
El mayor número de detenciones (805) se produjo en San Petersburgo, la segunda ciudad en importancia del país, seguida de Ufá, capital de Bashkiria, (87) y de Sochi, a orillas del mar Negro (50). En Moscú se informaron de al menos 29 detenidos.
La jornada de protestas convocada por la oposición se celebró desde Vladivostok, en el lejano oriente ruso, hasta el Báltico. En Moscú, la más numerosa, congregó a varios miles de personas.
Según las autoridades rusas, las manifestaciones en todo el país lograron reunir a más de 14.000 personas, de ellas 6.500 en Moscú y 4.500 en San Petersburgo.
El equipo de Navalni declaró que esas cifras hay que multiplicarlas por diez.
“Hoy vimos a cientos de miles de maravillosas personas en toda Rusia y en el mundo. Todos exigimos que Navalny sea atendido por médicos y puesto en libertad”, escribió anoche el equipo del opositor en su cuenta de Telegram al hacer una valoración de la jornada.