Maratón de Mitchell para que israelíes y palestinos retomen el diálogo de paz

Maratón de Mitchell para que israelíes y palestinos retomen el diálogo de paz
. Agencia EFE

El enviado de EEUU para Oriente Medio, George Mitchell, inició hoy, con una intensa jornada negociadora, un particular maratón para lograr que israelíes y palestinos reanuden el diálogo de paz, paralizado desde hace casi año y medio.

Mitchell, que llegó el jueves a Tel Aviv, se reunió a primera hora con el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, en un encuentro centrado en el regreso a la mesa de negociaciones, que por primera serían en formato indirecto, con el propio Mitchell como mediador.

Ambos pactaron reunirse de nuevo en Washington, a donde Barak viaja el próximo domingo para entrevistarse además con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y con el jefe del Pentágono, Robert Gates, informó la oficina del ministro israelí en dos comunicados.

Más tarde, el enviado de la Casa Blanca se desplazó a Jerusalén para reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con quien acordó verse de nuevo el próximo domingo, informó Mark Reguev, portavoz del jefe del Gobierno israelí.

En sus breves palabras de bienvenida, Netanyahu resaltó la seriedad de su compromiso con el diálogo y calificó a Mitchell de «adalid de la paz».

«Estoy deseando trabajar con usted y con el presidente (Barack) Obama para avanzar hacia la paz. Somos serios al respecto. Nosotros sabemos que usted es serio al respecto. Esperamos que los palestinos respondan. Tenemos que hacer avanzar este proceso. Estoy deseando trabajar con la Administración Obama para avanzar hacia la paz», dijo el jefe del Ejecutivo y líder del partido derechista Likud.

Mitchell, por su parte, dedicó la mayor parte de su también escueta intervención a leer el mensaje de felicitación enviado recientemente por Obama a Israel con motivo del 62 aniversario de su creación.

El texto presidencial resalta que la «relación especial» entre ambos países aliados «tan sólo se hará más fuerte en los meses y años por venir».

«Ésta ha sido la política de Estados Unidos, ésta es la política de Estados Unidos y ésta será la política de Estados Unidos», apostilló el enviado de la Casa Blanca tras leer el mensaje de Obama ante la mirada de Netanyahu.

Son gestos públicos de concordia para reforzar unos vínculos que pasan por su momento más bajo en décadas desde que Israel anunció la ampliación de una colonia judía en Jerusalén Este durante la visita del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, el mes pasado.

El anuncio frustró el diálogo indirecto de paz que estaba a punto de ver la luz, justo tras la última gira de Mitchell por Oriente Medio.

El veterano mediador estadounidense se reunió por la tarde con el presidente israelí, Simón Peres, que también insistió en la seriedad de la apuesta israelí por la paz.

«Queremos sinceramente la paz. Hay palestinos que dudan de nuestro apoyo a una solución de dos Estados. Les recomendaría que tomaran muy en serio nuestro compromiso (…) Necesitamos un Estado palestino no sólo porque no queremos gobernar sobre otra nación sino también porque no queremos que el conflicto engulla nuestro futuro. No hay otra solución», argumentó Peres.

El presidente israelí aseguró que la visita de Mitchell supone una «luz verde» a la reanudación del diálogo de paz, cuya parálisis tildó de «pérdida de tiempo».

Mitchell tiene previsto desplazarse a la ciudad cisjordana de Ramala para entrevistarse con el presidente palestino, Mahmud Abás.

El jefe negociador palestino, Saeb Erekat, declaró que la visita de Mitchell no dejará anuncio oficial alguno de regreso al diálogo.

«Estados Unidos no debe esperar que digamos sí o no hoy. Sólo se tomará una decisión después de que se reúna el Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y analice los problemas y retos de la situación», dijo en declaraciones a Efe.

Erekat insistió en que la actual gira de Mitchell es «principalmente» para mejorar las relaciones entre EEUU e Israel y reiteró su completa oposición a la idea de un Estado palestino con fronteras temporales, que emerge de vez en cuando en el panorama político israelí y que, según publica hoy el diario «Haaretz», Netanyahu ve ahora con buenos ojos.

Los palestinos creen que un Estado sin fronteras definitivas sólo serviría para que Israel mantenga la ocupación de sus territorios, que dura ya 43 años.

«Espero que Mitchell no ponga ninguna presión sobre nosotros, sino que lo haga sobre el Gobierno israelí, que ha elegido los asentamientos sobre la paz», agregó Erekat.

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