El enviado de la Casa Blanca para Oriente Medio, George Mitchell, se entrevistó hoy con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, con el fin de reactivar el proceso de paz entre israelíes y palestinos con negociaciones indirectas en las que Washington actúa de mediador.
Fuentes de la oficina del jefe del Gobierno israelí dijeron a Efe que el encuentro se prolongó durante tres horas y que ambos se reunirán de nuevo mañana, jueves.
Parte del encuentro se produjo a solas, mientras que en la otra parte también participaron el embajador estadounidense David Hale; el responsable para Oriente Medio y Norte de África del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Dan Shapiro, y los asesores de Netanyahu, Yitzjak Moljo y Usi Arad.
Mitchell tenía previsto reunirse de nuevo con Netanyahu el viernes, día en que también se entrevistará con el presidente palestino, Mahmud Abás.
El enviado especial norteamericano llegó a la región el lunes y dedicó la jornada de ayer, martes, a reuniones con diplomáticos norteamericanos y con sus asesores para preparar los contactos con las partes, que proseguirán mañana en Jerusalén con encuentros, entre otros, con el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, y la jefa de la oposición, Tzipi Livni.
El sábado, Mitchell continuará su tarea en la ciudad cisjordana de Ramala con encuentros con líderes palestinos, antes de poner fin a su visita el domingo.
En estos encuentros Mitchell tratará de poner fin al bloqueo en que el proceso de paz se haya sumido desde hace dieciséis meses, cuando Abás lo abandonó tras la ofensiva militar israelí a la franja de Gaza, en la que murieron más de 1.400 palestinos, en su mayoría civiles.
El presidente palestino se ha negado desde entonces a reiniciar el diálogo con Israel mientras este país siga impulsando las colonias en territorio ocupado, hasta que el pasado mes de marzo la Liga Árabe dio su visto bueno a las conversaciones de paz indirectas con la mediación de Mitchell que tratan de iniciarse ahora.
La velada paralización de los proyectos urbanísticos por parte de Israel en Jerusalén Este -donde los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro estado- ha facilitado aparentemente la reanudación del diálogo, a pesar de no haber sido confirmada oficialmente por las autoridades israelíes.
Se prevé que las negociaciones se lleven a cabo de forma indirecta durante un plazo de cuatro meses, tras los que las partes deberían dar paso hacia una negociación cara a cara.
El presidente Abás advirtió en una entrevista difundida hoy por la cadena de televisión estadounidense CNN que abandonará las negociaciones si Israel sigue construyendo en las colonias judías y calificó al gobierno israelí de «obstinado y radical».
Israel se ha comprometido a tratar en estas conversaciones sobre los principales puntos de conflicto: fronteras, refugiados, Jerusalén, seguridad y agua.
El portavoz de Abás, Nabil Abu Rudeineh, declaró hoy que los palestinos no están dispuestos a que la cuestión de Jerusalén se posponga hasta el final de las negociaciones y señaló que, en contra de lo publicado en algunos medios internacionales, no han recibido indicación alguna en ese sentido de Washington.
«El liderazgo palestino no puede aceptar posponer el asunto de Jerusalén», dijo el portavoz, que añadió que tampoco se aceptarían soluciones parciales a la cuestión, ya que «Jerusalén es una línea roja» no sólo para los palestinos sino para todos los estados árabes.
«Sin Jerusalén no habrá un Estado palestino ni un acuerdo de paz», aseguró.
Por su parte, el Gobierno del movimiento islamista Hamás en Gaza se opone a las negociaciones de paz que, entiende, se realizan bajo «presiones israelíes y con condiciones estadounidenses», informó hoy la agencia de noticias palestina Maan.
«El negociador palestino no está autorizado a comprometer los derechos de nuestro pueblo», señaló en un comunicado el Ejecutivo islamista.
