El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manoucher Mottaki, explicó hoy en la Eurocámara que ha remitido una carta a la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, proponiendo una cooperación bilateral con la UE en ámbitos internacionales de interés común, como Afganistán, Asia Central y la zona del Cáucaso.
Mottaki mantuvo este martes un intercambio de puntos de vista con los eurodiputados de la comisión de Exteriores del Parlamento Europeo, donde a su llegada una docena de parlamentarios le recibieron con fotos de Neda Soltani, la joven iraní asesinada en Teherán durante las manifestaciones de la oposición contra el régimen, y al grito de ‘usted es un asesino’.
Durante la hora y media larga que duró la reunión, que se celebró a puerta cerrada y sin prensa, Mottaki se extendió largamente en defender las bondades del régimen de Teherán, que definió como «un ejemplo de democracia religiosa», y su polémico programa nuclear, según informaron a Europa Press asistentes al encuentro. Además, aseguró que su país quiere contribuir a la estabilidad y la paz.
El titular iraní de Exteriores comenzó su intervención condenando «de manera tajante» el ataque israelí con la flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza, un acto que consideró «una muestra más del carácter criminal del régimen de Israel». «Todos los que defendemos a los palestinoes estamos a la espera de que caiga este régimen», llegó a decir.
A continuación se refirió al acuerdo para intercambiar uranio enriquecido apadrinado por Turquía y Brasil como una «señal positiva» para generar confianza en la comunidad internacional, de la que ahora Irán espera una respuesta «constructiva». También vertió críticas al método europeo de acercamiento al régimen de los ayatolás reclamando empezar a hablar en ámbitos de «entendimiento» antes que exigir que se eliminen las diferencias.
Y dijo que la UE debería ser «más eficaz» en su política de lo que es actualmente, admitiendo abiertamente que la política que pretende hacer cambiar de opinión a Irán no ha producido resultados muy favorables. «La UE es uno de los principales donantes de la región, y sin embargo no tiene un peso político comparable por su falta de eficacia», destacó ante los eurodiputados.
En la misma línea, pidió mecanismos «coherentes» para llegar a acuerdos mediante el diálogo porque, a su juicio, no parece que ahora mismo «vayan por buen camino» las relaciones con la UE. «El mensaje que lanzamos a Europa es que queremos seguir promoviendo el diálogo sobre la base del respeto mutuo y de la igualdad entre las partes», abundó, según explicaron participantes en la reunión.
DERECHOS HUMANOS
Mientras, todos los eurodiputados que tomaron la palabra aludieron sin contemplaciones a la violación de los Derechos Humanos en el país, la situación de las mujeres, la falta de democracia, el antisemitismo del régimen, las lapidaciones, las torturas, el apoyo a grupos terroristas o el polémico programa nuclear.
Especialmente duros fueron el español del Partido Popular Europeo y vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras, y el escocés Struan Stevenson, de los Conservadores y Reformistas. Vidal-Quadras le espetó que «no había engañado a nadie» y le rogó que no llamara a sus señorías «queridos amigos» porque no tenía precisamente muchos en la sala.
«No podemos ser amigos de gente que viola, asesina y miente sistemáticamente», dijo el parlamentario español. «Usted ha dicho que espera que el régimen israelí caiga. Y yo lo que espero es que un día caiga el régimen iraní», le replicó, abandonando a continuación la sala.
Stevenson recordó que el Parlamento Europeo cree en la libertad, la democracia y los derechos de las mujeres y que el régimen de Teherán niega todos esos derechos por lo que, tras considerar que la presencia de Mottaki en el hemiciclo era «una vergüenza», anunció que no haría preguntas y también salió de la comisión.
Al finalizar la reunión, el líder iraní no hizo declaraciones ante la numerosa prensa congregada a las puertas de la sala y se limitó a decir que había sido una «buena reunión» que se había desarrollado en un ambiente «amistoso».
