La Unión Europea y Latinoamérica pueden tener un papel clave en la solución del conflicto de Oriente Medio, subrayó hoy el presidente sirio, Bachar al Asad, quien recibió el ofrecimiento del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, de mediar en el diálogo de Damasco con Israel.
Tanto Europa como América Latina «pueden jugar ese papel» de intermediar entre palestinos e israelíes, afirmó en rueda de prensa Al Asad, quien concluyó hoy en Madrid una gira internacional que le llevó antes a Cuba, Venezuela, Argentina y Brasil.
Ambas regiones, junto a Estados Unidos, pueden ayudar a «relanzar este diálogo» y evitar así, dijo Al Asad, el retorno a la situación de hace 19 años, cuando tuvo lugar la Conferencia de Paz en Madrid y se trataba de abrir un proceso de negociación en Oriente Medio con el patrocinio internacional.
En la actualidad, advirtió Al Asad, «las posibilidades de la paz son limitadas y las posibilidades de guerra son más grandes».
Este larga gira por Latinoamérica y España le ha servido a Al Asad para recibir de las autoridades españolas, brasileñas y argentinas su interés de aumentar los lazos con Damasco y a la vez cooperar en la solución del conflicto árabe-israelí.
Según reconoció Al Asad en su intervención ante la prensa junto a Zapatero, parece difícil que Turquía continúe ese papel mediador, después de que nueve de sus ciudadanos murieran abatidos por comandos israelíes en el asalto que éstos lanzaron contra la llamada «Flotilla de la libertad», que trataba de llevar ayuda humanitaria a Gaza en mayo pasado.
Tal situación adversa, sin embargo, podría facilitar ese mayor protagonismo de otros actores internacionales, como la UE o Latinoamérica, del que habló este lunes Al Asad.
Fue la propia presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien comunicó al líder sirio el pasado 2 de julio su deseo de que el país andino sea un «actor protagónico» en Oriente Medio.
«La paz en Oriente Medio es una cuestión central para la paz y la seguridad mundial», argumentó Fernández.
La mandataria argentina subrayó su aquiescencia con la propuesta de «paz por territorios», defendió «el derecho del pueblo palestino a constituirse como Estado en su territorio» y abogó por «el derecho de Israel a vivir dentro de las fronteras reconocidas internacionalmente».
También el pasado 30 de junio, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, renovó a Al Asad su oferta de mediación en Oriente Medio, donde, afirmó, «el conflicto trasciende las dimensiones regionales» y su resolución «es responsabilidad de todos».
Lula insistió en que «no habrá reconciliación verdadera si hubiera vencedores y vencidos», y aseguró que «los bloqueos (en referencia al de Gaza por Israel) no contribuyen a la paz».
Precisamente, la cumbre bilateral de este lunes entre Al Asad y Zapatero sirvió para que el jefe del Gobierno español anunciara una misión de la UE a Gaza antes de que concluya julio para comprobar sobre el terreno el cumplimiento por Israel del levantamiento progresivo del bloqueo a ese territorio palestino.
Esta fue una de las consecuencias casi inmediatas del incidente de la «Flotilla de la libertad», ante la avalancha de condenas internacionales que recibió Israel.
La misión estará formada por los ministros de Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos; Francia, Bernard Kouchner, e Italia, Franco Frattini.
Zapatero subrayó la actitud de compromiso «exigente» de la UE y España con Israel, y reiteró la «prioridad» que constituye para su Gobierno la consolidación del proceso de diálogo entre palestinos e israelíes y que esos contactos se conviertan «cuanto antes» en directos, sin mediadores.
En cualquier caso, comprometió el apoyo de España a «ir más allá», si es preciso, en el diálogo con Siria, uno de los actores regionales más importantes en el conflicto con Israel.
Las relaciones entre Tel Aviv y Damasco están condicionadas desde 1967 por la ocupación israelí de los estratégicos Altos del Golán en la Guerra de los Seis Días.
Al Asad citó la oportunidad que, en este sentido, puede suponer la próxima Cumbre de la Unión del Mediterráneo, en noviembre próximo en Barcelona, y apostó por que ese foro permita relanzar las conversaciones de paz en Oriente Medio.
Esta es la tercera ocasión en la que Al Asad visita España como presidente, después de que lo hiciera en 2001 y 2004.
El próximo día 11 de cumplirán diez años en la jefatura del Estado, a la que accedió tras el fallecimiento de su padre, Hafez al Asad.
