El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea ha acordad la adopción de nuevas sanciones contra Irán solicitadas el pasado 17 de junio por los jefes de Estado y de Gobierno de los 27, a la vista de la preocupación que sigue suscitando el programa nuclear iraní. La UE se suma así a las medidas adoptadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Las medidas restrictivas aprobadas en la reunión de los ministros se centrarán en comercio, energía y sector el financiero, incluída la imposición de un embargo a nuevos bancos iraníes, así como restricciones a las actividades bancarias.
Se aplicarán también a sectores clave de la industria del gas y del petróleo, donde se prohibirán nuevas inversiones de asistencia técnica y de transferencia de tecnologías, equipos y servicios relacionados, especialmente los correspondientes al refinado. También se negarán visados y se embargarán los activos de miembros de la Guardia Revolucionaria Islámica.
En todo caso, el Consejo y la Alta Representante para la Política Exterior y la Seguridad Común, Catherine Ashton, manifiestan su disposición a trabajar para lograr una solución diplomática animando a Teherán a responder positivamente a la invitación que se le ha hecho para reanudar las negociaciones sobre la base de la oferta hecha en junio de 2008.
Asthon informó en este sentido a los ministros de sus recientes intercambios epistolares con el titular iraní de Exteriores, Manucher Mottaki, con quien conversó además durante la reciente conferencia sobre Afganistán celebrada en Kabul.