El Consejo Supremo Militar (YAS) de Turquía, integrado entre otros por el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, celebra hoy una delicada reunión para decidir nuevos nombramientos en el mando del Ejército.
Si bien se trata de una sesión anual regular, esta reunión del YAS, es considerada una de las citas militares más delicadas de las últimas décadas, ante el pulso por el poder que mantiene el poderoso Ejército turco, fuertemente laicista, con el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), de tendencia islamista.
Además, ha despertado una gran expectación en la opinión pública debido al juicio en curso contra 11 altos mandos militares acusados de estar involucrados en un plan golpista contra el Gobierno.
Si por ello no reciben hoy las promociones que les corresponderían en sus cargos, la cúpula del Ejército turco cambiará completamente en los próximos años.
Las decisiones que adopte el YAS serán reveladas oficialmente cuando entren en vigor, y para ello deben ser antes aprobadas por el presidente del país, Abdullah Gül.
Recientemente, un tribunal del país dictó una orden de arresto contra 102 oficiales, incluidos varios generales, como parte de la investigación sobre la supuesta preparación de un golpe de Estado.
Miembros de la oposición y otros observadores críticos con el Gobierno ven en la orden judicial una maniobra enmarcada en un plan del Ejecutivo de Erdogan para establecer una nueva estructura de comando del Ejército y avanzar así en el control de todas las instituciones del Estado.
Hasta ahora, cada año el YAS cesó a miembros del Ejército debido a sus actividades islamistas-radicales, pero el año pasado Erdogan puso una objeción a esas decisiones del Consejo Supremo.
Los afectados, 102 «sospechosos», objetaron la orden de arresto durante el período de una semana permitido para plantear tales alegaciones, y están aún a la espera de que un Alto Tribunal de lo Penal de Estambul decida sobre sus alegaciones.
