Ahmadineyad listo para negociar y tilda las sanciones de «picadura de mosquito»

Ahmadineyad listo para negociar y tilda las sanciones de "picadura de mosquito"
. EFE/Archivo

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, se mostró hoy dispuesto a negociar con Occidente, pero «sobre bases justas», y calificó de «picadura de mosquito» las sanciones internacionales contra su país.

«Debido a su moral explotadora, algunos miembros de ese grupo intentan conseguir ventajas en las negociaciones», aseguró Ahmadineyad en rueda de prensa en Bakú, capital de Azerbaiyán, donde participó en la cumbre de países del Caspio.

El líder iraní destacó la necesidad de que las conversaciones con el grupo 5+1, que agrupa a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) más Alemania, se basen también en el «respeto mutuo».

Recalcó que actualmente no hay acuerdo ni siquiera sobre el lugar en que deben celebrarse esas negociaciones, que deberían comenzar el próximo 5 de diciembre.

«Nosotros propusimos Estambul, ellos proponen Ginebra», dijo el presidente iraní.

Ahmadineyad aseguró que si Occidente quiere «lograr resultados positivos» durante las negociaciones «debe dejar de pensar como agresor».

«Algunos de ellos (del 5+1) creen que pueden lograr resultados presionándonos y amenazándonos. Deberían cambiar sus viejos métodos, de lo contrario, los resultados serán los mismos de siempre», dijo.

El presidente iraní aseguró que «la OTAN no supone una amenaza para Irán» y que el bloque militar aliado «no será capaz de jugar ningún papel global en el futuro».

«El tiempo en el que el potencial militar era usado para resolver asuntos políticos ha pasado», dijo Ahmadineyad, que aseguró recientemente que su país «no cederá ni un ápice» en lo que considera su derecho inalienable a desarrollar la energía atómica.

Ahmadineyad también criticó el hecho de que cuando las conversaciones sobre el programa nuclear iraní estaban en su apogeo se adoptaron las sanciones contra su país.

«Esto se hizo para poner a Irán en condiciones desventajosas», explicó Ahmadineyad, quien añadió: «Los seis meses que han pasado desde entonces han demostrado la inutilidad del embargo».

Comparó las sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU contra su país con una «picadura de mosquito» y agregó que, pese a ellas, la economía iraní ha continuado su crecimiento.

A su vez, en el marco de la cumbre de países del Caspio, Ahmadineyad abordó hoy el problema nuclear con el presidente ruso, Dmitri Medvédev, quien subrayó la importancia de que el programa nuclear iraní siga siendo pacífico.

El encuentro, que se celebró a puerta cerrada, fue «franco» y ni el mandatario ruso ni el iraní «eludieron los asuntos más peliagudos», según Serguéi Prijodko, asesor del Kremlin.

«El presidente ruso dio su valoración sobre la conocida decisión (la imposición de sanciones contra Teherán) del Consejo de Seguridad de la ONU», señaló Prijodko, citado por las agencias rusas.

A principios de octubre, el presidente ruso anuló un contrato de venta de sistemas de misiles antiaéreos y prohibió el suministro de armamento pesado a Irán en línea con las sanciones internacionales.

Esa decisión le granjeó duras críticas por parte del propio Ahmadineyad, que acusó al Kremlin de aliarse con el mayor enemigo de Teherán desde hace 30 años, es decir, Estados Unidos.

Medvédev, quien ha advertido de que Irán pronto sería capaz de fabricar armas atómicas, ha instado en los últimos meses a Teherán a que coopere con la comunidad internacional para que su programa atómico sea transparente.

Sea como sea, el Kremlin es partidario de mantener abiertos siempre los canales de diálogo con Irán, al considerar que Rusia, como país vecino, también es responsable de lo que ocurra con el programa nuclear iraní.

En el plano bilateral, según Prijodko, el Kremlin «está interesado en promover las relaciones económicas y comerciales, y en otras áreas que, naturalmente, no estén afectadas por las limitaciones de determinadas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU».

«Un ejemplo de cooperación fructífera (entre Moscú y Teherán) es la construcción de la central nuclear de Bushehr, cuyas obras se realizaron bajo el pleno control del OIEA», dijo.

Bushehr, la primera planta atómica iraní, fue puesta en marcha por ingenieros rusos en agosto pasado y comenzará a generar electricidad en diciembre.

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