Las autoridades estadounidenses se mostraron el lunes «consternadas» por la pena de 11 años de prisión impuesta en Irán contra la activista pro Derechos Humanos Nasrin Sotoudeh, de la que han pedido su inmediata liberación.
«Estados Unidos condena firmemente el duro e injusto veredicto contra la activista pro Derechos Humanos y respetada abogada Nasrin Sotoudeh», manifestó el portavoz del Departamento, P.J. Crowley, quien calificó a la detenida como «una voz fuerte para el Estado de Derecho y la justicia en Irán».
Washington considera que este arresto «forma parte de un intento sistemático por parte de las autoridades iraníes de silenciar la defensa de la democracia y los Derechos Humanos». Crowley sitúa este incidente en «una serie de sentencias duras que apuntan contra abotados de la comunidad de Derechos Humanos de Irán, que prevalece pese a las amenazas, la tortura y el encarcelamiento».
Sotoudeh ha ejercido en la defensa de muchos de personas detenidas en las protestas desencadenadas tras las elecciones de 2009, marcadas por las denuncias de fraude y por la reelección de Mahmud Ahmadineyad como presidente, informa la CNN.
Reporteros Sin Fronteras denuncia que la iraní se encuentra incomunicada desde el día de su detención, el 4 de septiembre. La condena contra Sotoudeh incluye cinco años por «actuar en contra de la seguridad nacional», otros cinco por no vestir el hiyab en un mensage de vídeo y un año más por difundir «propaganda contra el régimen», ha explicado la ONG con la que trabajaba, la Campaña Internacional por los Derechos Humanos.
