BEIRUT, 14 (Reuters/EP)
El ex primer ministro libanés Saad Hariri, cuyo gobierno fue derrocado por la salida el mes pasado de los ministros de Hezbolá y sus aliados, ha asegurado este lunes que su grupo político, el movimiento 14 de Marzo, pasará a formar parte de la oposición, con lo que se pondrá fin a los esfuerzos para que se sume al nuevo gobierno de amplia base que liderará Najib Mikati.
El final del Ejecutivo liderado por Hariri fue provocado por la salida de los ministros del grupo chií libanés y sus aliados por las disputas sobre el Tribunal Especial para Líbano que investiga el asesinato en 2005 del ex primer ministro Rafik Hariri y su previsible acusación a varios miembros de Hezbolá por el magnicidio.
El primer ministro designado, Najib Mikati, que confiaba en incorporar a todos los partidos al nuevo gobierno, mantuvo conversaciones con algunos miembros del movimiento 14 de marzo a pesar de la insistencia de Hariri de que su grupo político no formaría parte de un ejecutivo liderado por una figura respaldada por Hezbolá.
«Hoy estamos en la oposición», ha proclamado Hariri en un discurso ante sus compañeros de formación en el sexto aniversario del atentado que acabó con la vida de su padre, el magnate suní y ex primer ministro Rafik Hariri. El movimiento 14 de Marzo toma su nombre de las grandes manifestaciones que se celebraron en el país de los cedros en repulsa por el magnicidio un mes después del mismo.
Hariri ha explicado que su formación defenderá desde la oposición el «compromiso» con el Tribunal Especial para Líbano y «la protección de la vida pública y privada de la supremacía de las armas».
El partido milicia chií Hezbolá fue el único grupo al que se le permitió mantener sus armas tras la guerra civil de 1975-1990, con el argumento de que las necesitaba para defender Líbano ante ataques israelíes.
Hezbolá, que niega cualquier implicación en el asesinato de Hariri, mantiene que el tribunal que investiga el atentado es un proyecto de Estados Unidos e Israel para dañarle y había reclamado a Hariri que dejara de financiar a la corte y retirara de ella a los jueces libaneses.
El ex primer ministro Saad Hariri ha remarcado que el tribunal «no es americano, francés o israelí» y no apunta «a ningún sector o partido» y ha explicado que Arabia Saudí y Siria han propuesto celebrar una conferencia de reconciliación nacional para Líbano en Riad con la participación de los líderes regionales y los partidos políticos.
El ex jefe del Ejecutivo libanés ha dicho que un acuerdo de reconciliación podría allanar el camino para tratar el asunto del tribunal respaldado por Naciones Unidas y sus acusaciones a un nivel «nacional y árabe», posibilidad que han rechazado Hezbolá y sus aliados.
Las acusaciones del Tribunal Especial para Líbano han sido archivadas como secretas por la propia institución y, en caso de que sean aprobadas por el juez preliminar, serán anunciadas en las próximas semanas.
El partido milicia ha señalado que la prioridad del nuevo gobierno que liderará Mikati será cortar los lazos con el tribunal que investiga el asesinato de Hariri. Por su parte, Mikati ha afirmado que buscará el consenso sobre el tribunal que investiga el asesinato de Hariri.
