Millones de egipcios conmemoran la caída de Mubarak

EL CAIRO, 18 (Reuters/EP)

Varios millones de personas han tomado las calles de Egipto para conmemorar la nueva era que está viviendo el país desde la caída del presidente, Hosni Mubarak, hace justo una semana y para recordar al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que debe cumplir su promesa de ceder el poder y convocar unas elecciones democráticas.

En un día emocionante que se convertirá en punto de referencia en la historia moderna de Egipto, el célebre teólogo egipcio Yusuf al Qaradawi ha defendido durante el sermón del viernes pronunciado ante una gran multitud en la plaza Tahrir de El Cairo la liberación «inmediata» de todos los presos políticos encarcelados bajo el anterior régimen, además de la destitución del actual gobierno interino, nombrado por el propio Mubarak.

«Pido al Ejército que libere de inmediato a todos los presos políticos que han vivido durante años en prisión debido a las leyes de emergencia y a los tribunales militares», ha afirmado Al Qaradawi, según recogen los medios árabes. Al Qaradawi preside la Unión Internacional de Teólogos Musulmanes y ha regresado recientemente a Egipto tras 30 años de exilio.

«Pido al Ejército egipcio que nos libere del Gobierno formado por Mubarak», ha proseguido el teólogo. Este gobierno, ha dicho, «es responsable de muchos crímenes». Además, ha proclamado que los concentrados en Tahrir son tres millones.

Millones de personas se han sumado a las concentraciones en todo Egipto, en las que también se ha rendido homenaje a las 365 personas que perdieron la vida en las movilizaciones que lograron derrocar a Mubarak.

En la ciudad de Alejandría, la segunda mayor del país, más de un millón de personas han participado en las manifestaciones para conmemorar el fin del régimen anterior, según la cadena de televisión qatarí Al Yazira. En Damanhour, se han movilizado unos 3.000 manifestantes que han exigido la retirada de todos los símbolos del anterior régimen, mientras que en Arish unas 20.000 personas han advertido de que si no se deroga el estado de emergencia, no permitirá la entrada de la Policía en la península del Sinaí.

Muchos de los participantes en las marchas han asegurado que vigilarán estrechamente el cumplimiento de la promesa realizada por el régimen militar de convocar elecciones dentro de seis meses. «Este es un serio mensaje al Ejército», ha dicho Mohamed el Said, de 28 años de edad, que se ha desplazado hasta El Cairo desde Puerto Said.

«Después de hoy, será más que obvio para ellos que si no protegen la revolución y responden a las exigencias del pueblo, la próxima vez que la gente vaya a Tahrir no será para celebrar la victoria sino que traerán mantas con ellos como antes», ha explicado a Reuters el manifestante en la céntrica plaza cairota.

La revolución en Egipto, aliado de Estados Unidos y el primer país árabe que firmó un tratado de paz con Israel, levantó temores en toda la región árabe y se contagió a países como Libia, Yemen, Bahréin e Irak.

Tras la reclamación de un nuevo gobierno por parte de los manifestantes reunidos en las calles de Egipto, fuentes de la seguridad gubernamental han asegurado que el primer ministro, Ahmed Shafiq, anunciará un cambio de ministros la próxima semana, con el que el Ejecutivo esperar contener a los manifestantes y a los trabajadores que están en huelga.

PRESENCIA DEL EJERCITO

La vida en el país árabe todavía está lejos de recuperar la normalidad una semana después de la salida de Mubarak. Los tanques continúan en las calles y los bancos y las escuelas siguen cerrados, mientras se mantienen las huelgas de trabajadores y las protestas contra el Gobierno.

La plaza de Tahrir, en la que continúa habiendo tanques y vehículos blindados en sus entradas, ha estado abarrotada de manifestantes, controlados por policías militares con boina roja y por soldados.

Los militares han hecho ondear banderas nacionales cuando la banda de música militar ha interpretado el himno ‘Egipto, mi amor’ y los manifestantes han aprovechado la ocasión para fotografiarse con sus familias sonrientes con los uniformados ante los vehículos blindados. Las personas que se han quedado a orillas del Nilo también ha celebrado la primera semana sin Mubarak bailando y tocando tambores.

En otra zona de El Cairo, en Mohandissen, unas 5.000 personas se han reunido pacíficamente y han cantado consignas de gratitud al ex presidente y de disculpas por el modo en que fue forzado a renunciar. Estos manifestantes apoyan la revolución pero rechazan el trato que recibió el mandatario.

«La gente quiere rendir honor al presidente», han coreado los manifestantes, vestidos de negro en señal de remordimiento por Mubarak, que está en su residencia privada de Sharm el Sheij. Los manifestantes han mostrado pancartas en las que se podía leer el mensaje «Sí al cambio, no a la humillación».

Los Hermanos Musulmanes, el grupo islamista que asegura estar comprometido con la democracia y que es considerado la única formación capaz de lograr más de un 30 por ciento de votos en unas elecciones, ha subrayado ante los manifestantes que hay que proteger los avances conseguidos con las protestas que culminaron el pasado viernes con la renuncia de Mubarak.

«Emplazamos a toda la noble gente a vigilar la revolución y sus legítimas exigencias y a no dejar que los oportunistas secuestren la oportunidad y sus logros que, con el permiso de Dios, han empezado a dar fruto», ha subrayado el dirigente de Hermanos Musulmanes Mohamed Badie, situado en la cabecera de la marcha.

«Este es un Egipto que no puede ser engañado», ha añadido, en un mensaje a sus seguidores publicado en la página web oficial de los Hermanos Musulmanes.

DOS MILLONES EN EL CAIRO

La agencia oficial de noticias de Egipto, que antes de la caída de Mubarak había ignorado las manifestaciones, ha asegurado que el denominado ‘Viernes de la Victoria’ ha reunido a más de dos millones de personas en la plaza de Tahrir, el epicentro de todas las movilizaciones contra Mubarak.

Según el diario egipcio ‘Al Ahram’, los manifestantes reunidos en la céntrica plaza cairota ha cantado consignas de apoyo a las protestas en Bahréin, Libia y Yemen, en donde se están registrando movilizaciones antigubernamentales y muertos y heridos por la represión de las fuerzas de seguridad.

En la plaza de Tahrir se ha registrado una pequeña trifulca cuando un grupo de hombres ha intentado quitar una pancarta que reclama la formación de un gobierno civil. La pancarta finalmente continúa allí y se desconoce el paradero de las personas que intentaron llevársela.

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