MINSK, 21 (Reuters/EP)
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, señaló este lunes que no habría dudado en recurrir al Ejército para solventar las protestas callejeras del pasado diciembre contrarias a su reelección.
«Si la situación se hubiese desarrollado de tal manera que el país estuviera muy amenazado, no habría dudado en utilizar las fuerzas armadas», advirtió Lukashenko.
La policía antidisturbios detuvo el pasado 19 de diciembre a varios centenares de manifestantes y a varios candidatos de oposición contrarios a Lukashenko.
Los detenidos, que están siendo procesados, protestaban por lo que consideraban una votación fraudulenta. En respuesta a la represión, Estados Unidos y sus aliados europeos impusieron sanciones a Lukashenko, incluyendo una prohibición para que viajara el propio presidente y a sus principales colaboradores.
Lukashenko, que está en el poder desde 1994 y al que el ex presidente de Estados Unidos Bush describió como el último dictador de Europa, ha descartado cualquier «revolución» en su país y dice que ya no tiene nada que ver con la «democracia sin sentido».
En declaraciones a los comandantes militares, repitió las acusaciones ya hechas por los medios de comunicación controlados por el Estado de que los disturbios del 19 de diciembre eran parte de una conspiración contra el presidente fomentadas por los servicios de inteligencia extranjeros.
En relación a los disturbios que derrocaron a los presidentes de Egipto y Túnez Lukashenko indicó que muestran la traición de Occidente. «Por honestidad e integridad Hosni Mubarak (ex presidente de Egipto) fue el mejor amigo de los americanos», indicó el presidente bielorruso.
«Túnez fue un modelo. La Unión Europea la apoyó. Pero cuando los disturbios comenzaron, se empezó a exigir democracia», agregó ante los periodistas. «Es una lección para nosotros. No se puede confiar en nadie», sentenció Lukashenko.
