Un sospechoso de matar a Hariri dice que Líbano podría haberlo arrestado hace tiempo pero que no puede hacerlo

Uno de los miembros del partido milicia chií Hezbolá acusado de estar implicado en el asesinato del ex ‘premier’ libanés Rafik Hariri en 2005 ha asegurado que las autoridades de Líbano podrían haberlo arrestado «hace mucho tiempo», pero no que lo han hecho porque «no pueden».

«No me preocupan las acusaciones. Déjeles que vengan a arrestarme», ha respondido de forma anónima el individuo en una entrevista concedida a la revista estadounidense ‘Time’, aunque el Tribunal Especial para Líbano (TEL) hizo públicos los nombres de los cuatro sospechosos.

«Las autoridades libanesas saben donde vivo y, si quieren arrestarme, ya lo habrían hecho hace mucho tiempo», ha continuado, «simplemente, no pueden».

Cuando ha sido preguntado por su rol en el asesinato de Hariri, el sospechoso admitió que «hizo su trabajo» pero no quiso revelar dónde, si bien matizó que puede probar que no fue en el área del hotel Saint George, donde un terrorista suicida estrelló su vehículo contra el convoy en el que viajaba el ex primer ministro libanés. «Estaba a una hora y media de aquel lugar», ha apostillado.

La identidad fue corroborada por el periodista de ‘Time’, si bien acordó con el individuo no desvelar su nombre ni el lugar donde se hizo la entrevista. Según apunta la revista, los cuatro acusados de Hezbolá podrían estar llevando una vida normal sin temor alguno de ser detenidos al permanecer en zonas bajo el control del partido guerrilla chií.

DEFIENDE SU INOCENCIA

El sospechoso entrevistado ha justificado la entrevista aduciendo que «quiere enviar un mensaje al mundo de que no estuvo envuelto en el asesinato de Rafik Hariri y que todos los cargos que se le imputan están vacíos».

«Todos saben que el Mossad (el servicio de Inteligencia de Israel) puede manipular el teléfono móvil con ayuda de los espías», ha esgrimido en alusión a una de las pruebas que, presuntamente, le incriminan. Asimismo, ha señalado que «algunos espías detenidos han probado que Israel puede manipular los datos de telecomunicaciones».

No obstante, ha instado al TEL a «acudir a Israel, que es el primer y único interesado en la muerte de Hariri», insinuando que los hebreos y «sus aliados» son los únicos «beneficiados», según ha informado el diario libanés ‘Al Nahar’ en su edición digital.

Los cuatro sospechosos señalados por el TEL son el comandante de Hezbolá, Mustafá Badredine, también acusado de fabricar la bomba que estallo frente a un cuartel de la Marina estadounidense en Beirut en 1983, causando 241 muertos entre las filas norteamericanas; Salim Ayash, también conocido como Abu Salim; Assad Sabra y Hasan Oneisi, que ahora se hace llamar Hasan Isa.

RESPUESTA DEL GOBIERNO

El primer ministro libanés, Najib Mikati, no ha querido hacer comentarios sobre la entrevista publicada por la revista ‘Time’.

En cambio, el ministro del Interior, Marwan Charbel, ha declarado que el TEL debería considerar dicho documento como una notificación. Además, le ha exigido que investigue si la entrevista y las afirmaciones realizadas por el sospechoso son ciertas y, de esta forma, pueda tomar más acciones al respecto.

«No es lógico para nosotros buscar al acusado durante 30 días y que luego uno de ellos aparezca en una entrevista», ha alegado Charbel. «Si supiéramos su paradero, habríamos ido y le hubiéramos detenido», explicó el ministro.

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