Al menos siete personas han muerto en las últimas horas y otras 20 han resultado heridas por disparos de las fuerzas de seguridad sirias cerca de la mezquita Jaled Ibn Walid, en en la ciudad de Homs (centro del país).
Según informó hoy el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), también se han cortado las comunicaciones telefónicas, mientras siguen continúan escuchándose ráfagas de disparos desde la noche del martes en algunos barrios de esa misma localidad.
Mientras, los opositores Comités de Coordinación Local anunciaron que otras tres personas murieron por la noche por disparos de las fuerzas sirias, una de ellas un soldado ejecutado en la ciudad de Al Rastan, próxima a Homs, por rechazar las órdenes de disparar contra manifestantes.
Las dos otras personas, según los Comités, son civiles que murieron también por heridas de bala en la ciudad de Al Bukamal, situada junto a la frontera con Irak, en el este del país.
Respecto a los esfuerzos árabes para zanjar la crisis en Siria, el Gobierno de este país ha «pedido» al secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, que posponga la visita a este país que tenía previsto realizar hoy a causa de «razones objetivas de las que fue informado», señalaron fuentes oficiales en Damasco.
Al Arabi tenía previsto reunirse con Al Asad y su ministro de Exteriores, Walid al Mualem, a quienes iba a transmitir la iniciativa acordada hace unos días en el seno de la organización panárabe para solucionar la crisis que atraviesa el país.
Desde que comenzaran las protestas en marzo pasado, al menos 2.035 civiles y 477 miembros de las fuerzas de seguridad han muerto en la revuelta contra el régimen, según los cálculos del OSDH.
