El asesor presidencial sirio en materia de política y medios de comunicación, Boutahaina Shaaban, ha afirmado que las protestas que están teniendo lugar en el país se deben a un complot occidental y sionista para dividir los países árabes y poner fin al conflicto árabe-israelí sin restaurar los derechos de los ciudadanos árabes.
Shaaban ha vinculado la situación en siria con las agendas internacionales, y ha recalcado que los hechos y las confesiones de los «terroristas» –nombre con el que se refieren a los manifestantes que llevan a cabo actos de violencia– detenidos en el levantamiento popular confirman la existencia de un complot internacional. Además, ha subrayado que las informaciones conseguidas apuntan a que varios países extranjeros están suministrando material logístico y cobertura mediática para minar la estabilidad de Siria.
En este sentido, Shaaban ha dicho que la prioridad del Ejecutivo sirio es cumplir con los intereses de la población y ha agregado que no cree «a Occidente y otras fuerzas en la región cuando hablan de democracia y Derechos Humanos». «Tenemos múltiples ejemplos de la violación de estos derechos y la destrucción de países en Irak, Pakistán, Afganistán y más», ha manifestado, según ha informado la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada al partido milicia chií libanés Hezbolá.
Por otra parte, la televisión siria retransmitirá este sábado las confesiones del supuesto espía israelí que conspiró para asesinar al comandante de Hezbolá Imad Mughniyeh, que falleció en un atentado con coche bomba en marzo de 2008 en Damasco, según recoge el diario libanés ‘An Nahar’.
«El espía israelí revelará algunos de los detalles de la conspiración contra Siria», indica la agencia de noticias estatal siria SANA. Según el informe del caso, el supuesto espía habría «facilitado el asesinato de Mughniyeh». «Los espías trabajan para fomentar la sedición, el asesinato de figuras de la resistencia y provocar el caos», ha apostillado la agencia.
