Bagdad se reúne con líderes tribales locales para mitigar las tensiones

FALUYA, (IRAK), 17 (Reuters/EP)

El Gobierno iraquí se ha reunido con varios líderes tribales para tratar de aliviar las tensiones que han arreciado en los últimos días a raíz de la muerte de 22 peregrinos chiíes en la provincia suní de Anbar (oeste) el pasado lunes.

El primer ministro, Nuri al Maliki, ha enviado a una delegación de alto nivel liderada por el ministro de Defensa, Sadun al Dulaimi, nativo de Anbar, para mantener un encuentro con los líderes locales después de hacer una gira por la provincia de Kerbala con motivo de los funerales de las víctimas.

El ‘modus operandi’, similar a la de una ejecución, ha causado un enorme revuelo en el sector social chií y, desató una ola de arrestos y violencia en la provincia de Anbar.

«La visita de los líderes tribales de Anbar y de la delegación a Kerbala es un paso en la dirección correcta para resolver este asunto y mandar un mensaje a aquellos que pretendan soliviantar la crisis», ha afirmado el ‘número dos’ del gobierno provincial de Kerbala.

Las autoridades de Kerbala, de la rama chií, arrestaron este jueves a ocho sospechosos en la vecina región suní de Anbar, lo que enfureció a los líderes locales. No obstante, cuatro de los detenidos han sido liberados este sábado por falta de pruebas y el viceprimer ministro iraquí, Salé al Mutlaq, ha confirmado que los cuatro restantes también serán indultados.

«CRISIS SUNI-CHII»

A tenor de estos hechos, Maliki ha restado importancia a las tensiones y ha atribuido a «estimaciones desafortunadas» el estallido de una supuesta «crisis suní-chií».

Por su parte, Mutlaq ha asegurado que se emprenderá una investigación interna que esclarezca «el comportamiento vergonzoso» de las fuerzas de seguridad en el momento de la detención de los ocho sospechosos.

No en vano, las familias de las víctimas han exigido justicia en el funeral celebrado este sábado en Kerbala. «Aunque conlleve mucho tiempo (la investigación), queremos identificar a los verdaderos criminales», ha sostenido Husain Karim, el primo de uno de los fallecidos.

«Sabemos que el tiene un propósito político. No es un secreto. Pero culpamos a la gente de Anbar de no proteger a la ruta de los peregrinos (entre Siria y Kerbala)», ha precisado Karim. «No vamos a buscar una venganza, aunque sí queremos que reciban una reprimenda», ha apostillado, en alusión al Gobierno central.

Unos hombres armados atacaron dos autobuses que portaban a varias decenas de peregrinos a Siria procedentes de Kerbala. Al menos 22 hombres perdieron la vida, salvándose quince mujeres, doce niños y dos ancianos. Cuatro de los fallecidos eran policías suníes.

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